1. La hija del general Ramstein


    Fecha: 23/11/2017, Categorías: Primera Vez Hetero Autor: Cirorock31, Fuente: CuentoRelatos

    ... allí. Me metí en un vestuario y me quede allí unos minutos hasta que llegaron esos dos. Me escondí atrás de unos casilleros pero fue inútil, ellos me habían visto. Uno de ellos vociferó mirándolo al otro: - Mmmm... Por Dios ¿Qué tenemos acá camarada? Su compañero no dijo nada y yo me turbé del miedo. Para el colmo ambos caminaban en dirección a donde yo me encontraba a resguardo, aunque por dentro pensaba que me encantaría conocerlos de cerca a esos dos muchachotes. Cuando llegaron a donde yo estaba me miraron con asombro y se sonrieron. Me preguntó el más grandote: - ¿Qué haces solita acá preciosa? A lo que le contesté: - Soy la hija del general Ramstein y vine a conocer la base. Ellos me miraban con ojos de deseo, podía sentir como me recorrían su mirada por todo mi cuerpo. Se me acercaron todavía más y uno de ellos tocó mis hombros con sus fuertes manos, seguramente esperando que yo me enojase y debo confesar que más enojo tenía mucho miedo. La mirada lujuriosa del grandote me intimidaba todo el tiempo, yo atinaba a bajar mi mirada pero uno de ellos acarició mi rostro e inclinó mi cara hacia la de ellos. Recuerdo tener mucho miedo y fue cuando el grandote me dijo: - Relájate piba que la vas a pasar bien. De inmediato el terror se apoderó de mí, pues estaba a merced de dos soldados degenerados. Ambos sabían que yo era la amadísima hija del general Ramstein, pero no hicieron caso. Casi de inmediato el que acompañaba al grandote comenzó a acariciarme el pelo, mientras el ...
    ... otro acercó su sucia boca hacia mi oreja. Me decía cosas sucias como: "prepárate para sentirme nena"; "que bonito culo tenés". Cuando tenía a los dos acosándome y dándome besos por todos lados, hice lo posible para tranquilizarme, sabía que después de todo no podría zafarme de esta y que más de una vez me había imaginado en una situación como esta. Tal vez aprovecharía y tendría sexo como en las películas sucias que a veces ponía en internet. Le supliqué que no me hagan daño y uno de ellos dijo: - Quedate tranquila mi amor que esto te va a encantar. ¿Lo hiciste alguna vez? - No señor. El soldado sonrió de con malicia y fue a besarme directo al cuello. Tenía uno adelante mío y el otro atrás tocándome el culo y metiendo sus sucias manos por debajo de mis bragas. El que estaba adelante manoseaba mis pechos y debo decir que esto, a pesar de que no lo deseaba, comenzaba a gustarme cada vez más. Tenía los dos sobre mí y yo estaba tan extasiada que me movía como flotando de placer. Uno de ellos bajó dándome besos en mi cuerpo mientras me sacaba bruscamente mi remera. Bajó hasta mi entrepierna y allí se encontró poniendo su cara de pajero en mi zona pélvica. En ese momento me dijo: - Ahora te vas a sacar el pantalón y la bombachita. ¿Me entendiste? Con algo de miedo le contesté que sí. Me saqué rápidamente la ropa y quedé toda desnuda. Mis vergüenzas quedaron a merced de estos dos degenerados que miraron con detenimiento mi estrecha vagina. Fue allí que el grandote le dijo al otro: - ...