1. Carta anónima


    Fecha: 08/09/2017, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... durmiendo. Y allí estaba yo, recostada con unas ganas tremendas de tener sexo. En la mente tenía la imagen y el aroma de esa mancha de esperma que encontré en los calzoncillos de mi hijo. Con ese pensamiento comencé a tocarme, metía mis dedos en mi interior pensando que era su pene el que entraba y salía. Me imaginaba las cosas que le diría, como gozaría de su cuerpo, como gozaría él de mi cuerpo... sentí en mí la sensación de algo que tenía que escapar de mí, tuve que tapar mi boca para no despertar a mi esposo. El fluido, escurridizo y transparente salió como si un globo hubiese explotado entre mis piernas, una explosión que me dejó temblando sin control. Por fin estaba satisfecha, cerré los ojos y me puse a dormir. A la mañana siguiente comencé a sentirme culpable. No me agradaba pensar en mi hijo mientras me tocaba, pero no lo podía evitar. Muchas veces más me masturbe imaginándome que venía a mi pieza y sin decir nada me poseía fuertemente, como todo un hombre. Para colmo de males no tenía con quien compartir lo que me estaba sucediendo, seguí con la culpa atravesada en mis pensamientos hasta que comprendí una cosa, yo era una mujer necesitada y mi hijo era mi necesitado consolador, si pasaba, pasaba. Una tarde fui hasta su pieza y toqué la puerta. "¿Puedo hablar con vos un segundo?" "Si" "Quería preguntarte ¿te quedan bien los calzoncillos que te compraste" "Sí ¿por qué preguntas?" "Porqueee, ehmmm, parecían algo grandes para vos" "No me quedan grandes, me quedan bien" ...
    ... "¿Seguro?" "Si no me crees te muestro" "Dale, mostrame" "¿Querés que te muestre?" "Si" Con tranquilidad se quitó el pantalón que traía puesto y me mostró lo que yo quería ver. En verdad le quedaban bien, muy bien. "Ahora si te creo" "Sos muy incrédula ¿necesitas algo más?" "A decir verdad sí ¿sabes que encontré la otra vez cuando iba a lavar la ropa?" "¿Qué?" "Uno de tus calzoncillos" "¿Y eso que tiene de raro?" "Nada, solamente que estaban algo manchados" De pronto mi hijo se puso nervioso, pálido. Si hubiese sabido lo nerviosa que estaba yo con la conversación de seguro no hubiese reaccionado así. "¿Si?" "Sí" "¿Y dónde estaban manchados?" "Justamente allí", dije señalando su delantera. "Es que tuve un pequeño accidente, no va a volver a suceder" "Espero que no, esas manchas son muy difíciles de sacar, trata de tener más cuidado la próxima vez" "Bueno" "Además la tela de estos calzoncillos parece muy buena, no va a ser cosa de que se arruinen, sería una lástima" "Tenés razón" "Me podrías hacer un favor, prestame el otro calzoncillo" "¿Para qué?" "Quiero ver si se quitó la mancha" "El que estaba manchado era este, mira que la mancha ya no está" "¿Te molestaría si me fijo más de cerca?" "Para nada, sos mi mamá" Me acerqué a donde estaba el y sin poder evitarlo comencé a tocar su calzoncillo por los costados, con algo de miedo. Lentamente fui llevando mi mano hacia al centro y con algo de ingenuidad puse mi mano sobre su bulto, lo acaricié y lo apreté, pensar que su miembro se ...
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