1. El bus del terror


    Fecha: 07/03/2020, Categorías: No Consentido Tus Relatos Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... desnudaron, pero le dejaron los calzoncillos porque decían que estaban “cagados”. Buscaron en toda su ropa y no hallaron más rastro de la joyería que, supuestamente, acompañaba a su cadena de oro. Lo golpearon más fuerte.
    – “Ya cuando me mamé, le dije a Miriam, ‘oye mona, esa pelada está como buena’. Y ella se reía, como dándome la razón. ¿Sí? Ya después, mano a la presa”.
    – “Y me llevaron hacia atrás, por encima de los que estaban en el piso…”
    Luego empezaron a oírse los gritos, cuando la falda roja de María Alicia volaba ya por los aires. Botija no dejaba de mirar atrás, tanto así que la mona lo regañó. Casi se estrellan. Entonces, el obeso conductor cedió su puesto a Lucho. A Yamil Walteros lo poseía un desesperado apetito sexual.
    Sandra no miraba el espectáculo, no podía abrir los ojos. Botija se los cubría mientras rasgaba su blusa y la penetraba. Nunca olvidó aquella imagen, aunque no la pudiera ver.
    Pero Luis García no quería manejar, y menos cuando Botija se divertía y él no. Le parecía injusto y dejó el volante. Manuel Hurtado, hermano de Eduardo, tomó el control del vehículo hasta que llegaron a la 170 con Autopista Norte, mientras que Lucho, Botija y Eduardo abusaban de tres mujeres que no les parecían atractivas.
    Al cabo de un rato, la cara de Sandra estuvo libre de cualquier garra, mano, boca… Dijo después, ante las autoridades, que si hubiese tenido oportunidad de tomar la escopeta, o cualquier arma de esos delincuentes, se hubiera disparado ella misma. ...
    ... Dolor es poco decir a ese sentimiento que surge de la ínfima parte que le queda intacta a una mujer después de ser despojada de todo.
    Treinta minutos después, Hugo Baquero, el del machete, amenazaba con su portentosa arma a Mónica. La obligó a hacerle sexo oral mientras Botija volvía a la parte de atrás. El gordo del grupo quería repetir, nadie se lo impidió.
    El bus de Republicana de Transportes avanzaba incesante por rutas desconocidas hasta para los mismos perpetradores de tamaña barbarie.
    Aproximándose a la calle 26, por la avenida Boyacá, de entre las sombras surgió una silueta conocida por todos: una patrulla de policía se aproximaba al bus.
    – “Bajó la marcha, pasando de más de 80 kilómetros por hora, a 40. Los tipos se reían y se llamaban entre ellos, pero cuando ya estábamos muy cerca de la patrulla, pararon de violar a las muchachas”
    – “Luego se secreteaban entre ellos y se preguntaban ‘¿le jalamos a eso, o qué?’, pero unos decían ‘esperemos a que sea más tarde’…”
    Botija, tomando nuevamente el control del bus, dirigió el vehículo hasta Kennedy, pasando por Corabastos mientras sus compañeros buscaban un lote baldío. Nunca se pronunció nada al respecto, pero se sospecha que el grupo planeaba una masacre.
    Sandra, mientras tanto, se vestía con la ayuda de los que no habían sido inmovilizados. El bus, finalmente, arribó al barrio Villa Luz, al occidente de Bogotá.
    Se bajaron Manuel Alfonso Hurtado y Hugo Baquero con un inconsistente “qué les rinda”. Después, la ruta ...