1. El albanil marroqui. (Segunda parte)


    Fecha: 23/03/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Manu, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

                       (Eso es todo ! Està decidido : voy a pasar dos semanas en Marruecos, para ver de nuevo en su país a Kacem, el albañil que trabajaba cerca de mi casa. Cuando lo llamé me dijo que me estaba esperando en su pueblo del sur de Marrruecos. Había hablado con sus padres : ellos estaban encantados de conocerme y me daban la bienvenida.)
    
    
    El avión aterriza en el aeropuerto de Agadir. Yo, por supuesto, conocia ya de nombre este famoso destino turístico, pero no pensaba que era tan grande. Siguiendo los consejos de Kacem, tan pronto como salí del aeropuerto, tomé un autobús con rumbo a Tiznit, su familia viviendo cerca de esa ciudad. Tres o cuatro horas de viaje a lo largo de la costa atlántica, en dirección sur, a través de bosques de argán e higueras bárbaras. A medida que nos acercábamos a Tiznit, tierra adentro, más y más olivares. Tiznit es una verdadera ciudad. A la llegada, veo a Kacem esperándome. Mi amante sigue siendo tan guapo como lo conocí. Se acompaña de un joven de 18 o 19 años de aspecto deportivo, con cara masculina y al mismo tiempo muy suave. Con Kacem nos saludamos dandonos grandes palmadas en la espalda. El joven berber que està con él es Mehdi, su hermano menor. Con una sonrisa brillante Mehdi me da la mano, fuertemente, como todo verdadero macho. No puedo evitar de mirarlo de reojo, su cara, su cuerpo. Inmediatamente los pensiamentos más equívocos se cruzaron en mi mente : estará bien dotado como su hermano mayor ? Y Kacem le habrá contado ...
    ... lo de nuestras diversiones nocturnas ?... En lo referente a su dotación, si se consídera el volume del bulto en sus vaqueros, el joven no tiene nada que evidiar a su hermano...
    
    Kacem tomando mi bolsa me explica que ellos viven a unos diez kilómetros de distancia, en el campo. Pero antes de ir allí, se ofreció a mostrarme TIznit. En el camioncito donde los tres estamos sentados, en el asiento delantero, me encuentro entre los dos hermanos, cuyo calor corporal se transmite a mis muslos a través de los tejidos. Miro las manos de Mehdi : tiene dedos largos y gruesos, una piel lisa y delgada, de ese color ámbar que tanto me gusta ! Un amigo me dijo una vez que el tamaño y la forma de los dedos de un muchacho estaban siempre en linea con el tamaño y el diámetro de su falo... Si esta regla es cierta, Mehdi e, esta zona no tiene nada que de menos de su hermano...
    
    Kacem se enorgullece de mostrarme el mercado de Tiznit, donde abundan la cerámica, las bolsas de especias, frutas y verduras. Me pesenta las jpyas típicas de la región, las dagas berberes de plata. Después de tomar un exquisito jugo de naranjas exprimidas, propone que tomemos el camino a su casa, en el campo. Mientras pasamos por caminos de tierra, en medio de campos de olivos y cercas de cactus, disfruté de la vista de ese maravilloso paisaje que descubria. Mi cuerpo se balanceaba entre los muy robustos de los dos hermanos berberes. Esos contactos me hacían temblar de felicidad. De una cierta forma la proximidad de los ...
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