1. Los infieles


    Fecha: 26/11/2017, Categorías: Infidelidad Erotismo y Amor Autor: FilosofoAullado, Fuente: CuentoRelatos

    El hotel tiene un ventanal grande, una cama y un ventilador viejo... puede que sea Acapulco, pero llueve; los truenos al lado del mar cimbran las ventanas. Hay rayos y lluvia a ratos ligera, a ratos fuerte. Empiezo en el ascensor, besándote y metiendo mano bajo el vestido; traes un vestido primaveral, no esperábamos la tormenta. Está la agitación de sentirse expuesto...de ser atrapados. El jugueteo dura apenas un minuto o menos, suficiente para palpar tu entrepierna y darme cuenta de que también me deseas. Mis bermudas están electrizadas y mojadas por tu excitación. Tú te das cuenta del bulto en ellas y también acaricias y cuando me besas muerdes ligeramente mi labio inferior. Salimos del elevador pero el camino al cuarto es largo, vamos buscando rincones en el pasillo para besarnos y fajarnos: toco tus pechos por encima del vestido, tus nalgas, me acaricias el pene y me muerdes la oreja, el cuello, la barbilla. Disfrutas hacérmelo con esa locura que me enloquece. Cuando te beso acaricio tu cara, tus hombros, huelo tu cabello, eso me gusta: olerte, como un animal, imaginarte a través del olfato y no sólo a través de la vista o el tacto. El gusto, el oído, me gusta ejercitar todos los sentidos contigo. Sé lo sensitiva que eres a mis caricias. Me preguntas del tiempo, te digo que no tenemos límite, que inventé una coartada y que espero que tú hayas hecho lo mismo. Nos sabemos prohibidos, por eso nos disfrutamos más. Llegamos al cuarto, lo abro, pero justo antes de entrar nos ...
    ... enlazamos en otro beso apasionado, algo húmedo, con nuestras lenguas jugando tímidamente pero con firmeza; hago que empujes la puerta con el culo, nos metemos al cuarto y lo cierro con seguro... Te arrojas a mis brazos y untas tu cuerpo junto al mío. Sé que estás húmeda... caliente y deseándome. Te abrazo y te doy un beso tierno, te llevo al ventanal, está grande, casi del tamaño de tu cuerpo; pongo tus manos contra el cristal y comienzo a besar tu cuello. Recorro con caricias suaves tu cuerpo, un rayo se escucha cerca y cimbra la ventana, nos espanta a los dos, pero no te permito que pierdas la posición; desde el hotel de enfrente cualquiera nos puede ver, sobre todo a ti, yo estoy detrás tuyo, acaricio tus pechos, tu vientre y tu pubis por encima de tu vestido, beso y muerdo tus orejas y beso y chupo tu nuca y el espacio de espalda que deja ver tu vestido. A ambos nos excita el peligro... la idea de que nos vean. Me gusta cómo mueves tus nalgas deseando que te arranque la ropa. Mueves tus nalgas, levantándolas hacia mi virilidad que se excita con el contoneo; me endurezco fuertísimo. Levanto tu vestido para ver tus nalgas, me gustan y aprovecho que debajo traes un bikini de dos piezas para agacharme y halar con los dientes el hilo para que caiga. Tu pubis ha quedado al desnudo debajo del vestido, pero es un secreto que sólo los dos sabemos; beso tus nalgas, las chupo, las muerdo, me gustan mucho. El olor a deseo llena la habitación... tus gemidos constatan tu placer. Ahora ...
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