1. Mi Transformación en CERDITA de granja


    Fecha: 27/11/2017, Categorías: Fetichismo Autor: jorgina, Fuente: SexoSinTabues

    ... boca y me la tragué. Habia un poco de morbo en esto, pero ¿qué era lo que no tenia morbo en toda mi historia? Me toqué en la entrepierna y pude apreciar como del lugar donde estuvo la colita, ahora empezaba a salir un poco de jugo de una incipiente vagina. La olí. Era sabrosa. De repente me gustó la idea de ir a ver a los sementales y empujada por un deseo lascivo, salí de la habitación y me encaminé hacia la pocilga. Siempre andaba desnuda y me gustaba notar las miradas lascivas de los trabajadores y me gustaba excitarlos, balanceando mis tetas y moviendo mi culo lechoso y grande. Cuando llegué junto a los cerdos, éstos me habian olisqueado desde lejos y estaban bramando de celo. Yo los miraba embelesada. Veía aquellos sementales enormes con unas pollas estrechas e inquietas moviéndose y salpicando todo lo que había a su alrededor, echando babas blancas de excitación. Noté su olor característico y me entraba hasta lo mas hondo. Podía sentir como me llamaba toda la pocilga y deseaba revolcarme en la pútrida estancia donde estaban los animales. Con una cierta vergüenza y una excitación sin límites, abrí la puerta donde estaban los marranos y entrando a cuatro patas llevé la nariz al suelo junto a una gran cantidad de purín, estriercol y meados. Me pareció gloria y refregué toda mi cara enrojecida por la pasión, en aquella masa blanda y pestilente. Los cerdos cuando me vieron entrar, callaron de golpe y me miraron con verdadera excitación, observando lo que hacía. Mi culo se ...
    ... movía mientras mi cara se sumergía en la crema deliciosa del suelo. Mis tetas se fregaban en la caca del suelo y mis manos y rodillas estaban totalmente embadurnadas en estiércol y purín. Uno de los cerdos se atrevió a acercarse y yo le mostré mi culo, cuando fué a olerme, puse mi cara en su trasero y empecé a lamerle los testículos. Eran enormes, vigorosos, espléndidos. Pasaba todo esto, cuando los doctores entraron en la cuadra y al ver lo que estaba pasando en seguida me tranquilizaron diciéndome: -No te preocupes ni tengas vergüenza por lo que sinetes o haces. Es normal. Cada vez más sentirás lo que es ser una auténtica cerdita y podrás iniciar una nueva vida aquí con ellos. Quédate tanto como te plazca y deja que todo siga su curso. Te gustará, ya lo verás. - Y se fueron dejándome allí en medio de los cerdos, excitada y sucia por todos lados. Después de dos dias de haber entrado en la pocilga, todavía no he sentido la necesidad de salir. Mis orejas son de cerdita. Caen a los lados de mi car y tengo un morro precioso que sumerjo en toda la porqueria que hallo. Me agrada el olor de mis sementales. Mi colita es retorcida como la suya y me han salido dos reglones de pezones con sus respectivas tetitas blanditas, tiernas y sensibles. Tengo un cuerpo femenino y redondo. Me agrada ser así, me siento feliz retozando entre los cerdos y no tengo necesidad de nada más. Mis caderas son amplias y mi culo de grasa blanca se bambolea cuando me revuelco en la caca. Mis piernas son de ...