1. El confiado


    Fecha: 27/11/2017, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... menor aun, de piel color canela, ojos azules, cabello castaño muy lacio y largo, delgado y de nariz respingada, resulta que lo habían acusaron de exposiciones deshonestas, por bailar en un club privado, que por no pagarle llamaron a la policía dos meses después de estar trabajando todos los días, al principio él se resistió a ser mujer de cualquier atorrante, pero ante la presión del grupo y la alta posibilidad de ser sodomizando por medía prisión decidió aceptar. Al vernos los dos nos agradamos mutuamente, Tamy me sedujo con la vista desde el primer momento, no nos dijimos nada, el me tomó por mi mano y me llevó al baño, hay se agacho frente a mi y sin mas saco mi verga, de inmediato se puso a mamarla, ya estaba yo a punto de estallar, cuando entró otra pareja, si ocuparse de nosotros, de inmediato los dos se desnudaron y bajo la regadera el más gordo penetro al otro, eso hizo que yo viera a la cara a Tamy y el a su ves se me quedo viendo, de momento se levantó del suelo y procedió a quitarse toda la ropa, sus nalgas eran redondeadas y suaves al tacto, lo que me sorprendió su la presencia de senos y una verga tan grande como la mía, la que de inmediato oculto entre sus manos para dar la ilusión de una concha, todavía sin decir palabra se arrodillo, y me presentó sus bellas y coloridas nalgas, yo mientras tanto me fui despojando de toda mi ropa, mi pinga se encontraba totalmente erecta y llena de la saliva de Tamy así que asumí la posición para penetrarlo, al principio tanto ...
    ... él como yo nos molestó algo ya yo me había comido unos cuantos culos de mujeres estando en la calle, pero era la primera ves que se lo metía a un hombre, aunque tuviera senos y el cabello largo y sedoso, a medida que lo fui penetrando mi placer era mayor, yo era el que tenía el poder, y él se había sometido totalmente a mis deseos, se había rebajado a ser penetrado por el culo y eso me gustaba, comencé a darle con suavidad al principio, pero poco a poco Tamy fue moviendo sus caderas hasta que mis bolas chocaban contra sus nalgas, él también lo disfrutaba, o por lo menos a si me pareció a mi, por los largos suspiros y quejidos de placer que emitía, yo por mi parte me concentré en disfrutar totalmente el placer que me daba Tamy nunca había echado un polvo como ese, me daba la impresión de que sus nalgas se estaban chupando mi verga, sentía su esfínter presionando mi pinga y yo lo disfrutaba enormemente, hasta que al fin no me pude contener y un gran chorro de leche salió de mi verga, yo le dí más duro y él se movía más y más fuerte hasta que los dos quedamos exhaustos. Tamy se había acostado en el piso del baño y yo me había quedado sobre él cuando, de quien sabe donde salió una lluvia de aplausos y algarabía, era un grupo de compañeros que se habían agrupado en el baño a vernos mientras Tamy y yo manteníamos nuestra relación, de ese momento en adelante los dos pasamos a ser pareja, la asociación nos ubicó en una celda matrimonial, los guardias se hacían de la vista gorda, yo ...