1. Mi anecta de mi primer encuentro incestuoso


    Fecha: 08/06/2020, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Ranfliq, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... ya sentía su ropa interior y manos sobre su pubis y después de unos minutos lo logré, sentía su bello púbico largo en mi mano, mi exitacion era mucha frote mi mano contra su pubis y junto con mi verga
    
     qué la tenia sujeta con mi otra mano, solo la cabeza de mi verga para así disimular un poco el movimiento y másturbarme junto a ella , ya no podía más y de inmediato me levante de la cama, me dirigí al baño y me masturbe como nunca, primero mientras me la jalaba me quitaba toda la ropa y usaba un aceite qué ella tenía y lo unta a en mi verga , litros de semen querían salir y me resistía para no correr e todavía  esto lo repetí 3 veces me acostaba la tocaba, y me masturbaba y la culpable de eso era mi madre, hasta que me vine me acosté en el piso y todo mi semen escurría en mi  justamente no limpie del todo mi verga para que mi bóxer quedara algo mojado y como con la fricción de mi verga intentado tocar su culo su short se había subido algo, y quedo en forma de cachetero, la luz de la calle me ayudo a contemplarla asi hermosa y rica, con su culo ...
    ... pocision así un poco hacia mi, así que dispuse a que con los restos de semen en mi bóxer me acurruque a ella para dejar restos de mi leche en su culo, fue una noche exitante ya qué esto lo repetí unas 3 veces hasta quedarme dormido. Ella tenia el sueño muy pesado por que a pesar de mis jugueteos con ella no se daba cuenta. 
    En otra ocasión ya más grande de edad, vivíamos en una casa grande de dos pisos, yo tenía mi recamara en el segundo piso, una noche al pasar la madrugada escuchaba ligeros gemidos qué venían del cuarto de mi madre, 
    y yo sabía que era ella ya qué era el único cuarto en la planta baja y aveces deja van abierta la puerta de su vestidor qué las ventanas daban al pozo de luz el cual era el valcon de mi cuarto y acaba a a oír gemidos de mi madre, me imaginaba ser yo el que provocaba esos gemidos en ella, me acercaba a la puerta de su cuarto para escuchar a detalle los deliciosos gemidos me masturbaba afuera de su cuarto o me iba a la sala a escuchar su melodiosa hemir , desde ese momento trate de seducirla dándole abrazos por la espalda 
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