1. Sorpresas te da la vida


    Fecha: 08/09/2017, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Barquidas, Fuente: CuentoRelatos

    ... tengas razón; puede que sea así: Un ave de paso que jamás querrá acogerse a la seguridad de nido alguno. Pero no sé; recordarlo ahora… Precisamente ahora, en Villanueva tu pueblo, el de aquella niña… Volví a callar durante un rato, tiempo en que los dos guardamos silencio… Un silencio que, por instantes se hacía más y más opresor, más pesado, mas insufrible… Aquello había que cortarlo; esa especie de “impasse”, inmovilidad, ni para alante ni para atrás. Rompí el silencio, el “impasse”, volviendo a esos recuerdos tan infinitamente añejos ya, tan olvidaos por mi cerebro que a saber a cuál de sus partes habrían ido ya a parar…. Lo mismo ya ni en el subconsciente estaba, sino en el inconsciente de irás y, si no es por una especie de de milagro, no volverás. Verás; la cosa fue porque yo también tengo familia aquí, en Jaén, (y añadí el nombre de un pueblo de la provincia, por cierto, muy cercano a Villanueva del Arzobispo, unos 20 Km.) Vamos, una tía mía, la hermana mayor de mi madre, que se casó con un señor de ese lugar y allí viven. En fin, que una hija suya, mi prima Matilde, doce o catorce años mayor que yo, se casó a su vez, y en esa boda conocí a esa chica…a esa niña, vamos… Terminar yo de hablar y ella romper a reír, y con qué gana, tía Juana, fue todo uno, lo que a mí me dejó boquiabierto, hecho un cuadro, vamos. Al fin, se le fue sosegando un tanto el, podría decirse, ataque de risa tonta, empezando a casi hablar aunque sin acabar de reírse ¡Pero qué pequeño que es el ...
    ... mundo, Dios!... ¡Casi no me lo puedo creer!... Y vuelta a reírse sin ton ni son, que yo ya un tanto mosca, la verdad, ya empezaba a andar. Volvió Marina a casi calmarse, para decirme ¿A que tu tío es Fulano de Tal y Tal?... Y no teme amines porque me ría, que tampoco pasa nada… Es que, sucede, que tu tío, lo es también mío, primo hermano de mi madre… Y, por tanto, tus primas, tus primos, también lo son míos… ¡Y va resultar que aquél niño tan majo, que me gustó tantísimo además, y conocí en la boda de nuestra prima Matilde, va a resultar que eres tú!... ¡Ja, ja, ja!... ¡Dime tú si no es para reírse una! Y así quedamos, riéndonos los dos, relajados, tranquilos, tumbaditos los dos en la yerba, con las manitas juntas… Dejamos de reír para mirarnos, asomándonos cada cual a los ojos del otro, felices…contentos los dos; en una alegría, un contento, al que ningún de los dos éramos ajenos pero también conscientes ambos de que sólo a nosotros atañía y que sólo así, estando juntos, era posible que tal se diera. Fue un impulso, algo que no se piensa, que nos sale de dentro, del corazón, del sentimiento profundo lo que hizo que, entonces, buscara su boca, que la besara, pero sólo en un leve roce de labios; algo en que lo que imperaba era el sentimiento, el cariño, no el sentido, el deseo… Separé mi boca de la de ella que, en modo alguno habíame rechazado, para más musitarle que decirle Te quiero Marina… Te amo, ¡te amo!… ¡Dios, Dios!... ¡No creérmelo puedo!... ¡Ni creer puedo que te quiera ...