Mi inocente hijita - Relatos Eróticos

Mi inocente hijita

... y le besé la boquita y ella se prendió de mi cuello besándome con locura, fue un beso que duró como 5 minutos mientras mi pinga, que ya estaba como piedra chocaba contra su cuerpito desnudo. Me senté, la cargué y la giré de tal manera que quedamos en posición de 69 quedando toda su rajita en mi boca mientras ella apenas podía chupar la cabeza de mi pene. Comenze a darle lenguetazos a lo largo de toda su raja desde su anito hasta su vaginita. Que delicia. Ella comenzó a mover sus caderitas y a precionar su chichita contra mi boca y una vez más soltó todos sus juguitos y está vez no deje escapar ni una gota hasta que ella se desplomó sobre mí cuerpo. Pero yo no había terminado así que la levanté y la acosté sobre la cama separé sus piernitas y dirigí mi pinga a su tierna chuchita y comenze a sobar mi glande sobre su rajita mojadita que hacía que sus labios inchaditos se separaran entonces presioné un poquito y metí mi glande ella hizo un gesto de dolor pero yo sobe su clítoris con mi glande y ella comenzó a gemir y mover sus caderitas pero no quise penetrarla por completo por temor a lastimarla, era tan pequeña, así que seguí frotando hasta que ya no resiste más y me corrí en su coñito al mismo tiempo que ella sacudía su cuerpito lo cual indicaba que había tenido otro orgasmo. Cuando retiré mi pinga de su coñito mi semen salía desde adentro y seguía saliendo señal de que le había llegado hasta el fondo de sus entrañas.
A partir de ésa noche, todas las noches lo hacemos. Somos marido y mujer pero hasta ahora no la he penetrado hasta el fondo han pasado 4 años y no he tenido otra mujer pues con mi Luisa tengo suficiente y además la amo mucho ya va a cumplir 8 años y quiero darle cómo regalo una verdadera follada por sus dos agujeritos.
Cuando lo haga se los contaré. Esperen