1. Mis inicios como amo (I)


    Fecha: 09/09/2017, Categorías: Dominación No Consentido Autor: sireleo, Fuente: CuentoRelatos

    ... tardaría nada en “terminar con el individuo este”, palabras textuales, y eso a mi terminó por sacarme de mis casillas. Ella sentada en su sillón, vestida sobria y tapando sus formas, siempre pantalón y ropas algo antiguas, me miraba como se mira a alguien a punto de ejecutar, así que sacando valor de todo el rato que estuve esperando y encendiéndome aún más, lo primero que le dije fue que era una mala zorra que lo único que le pasaba es que nunca le habían follado bien ni dado una buena hostia a tiempo, que era una niñata madura pero niñata y que al final iba a conseguir que alguien le cruzara la cara. Conforme le decía todo esto, a ella le iba cambiando su cara de loba y se iba agachando más y más en su sillón, yo envalentonándome más seguía insultándola tanto que se echó a llorar y a pedirme perdón, al principio me desconcertó e incluso empezó a darme lástima, aunque eso fue un segundo, así que seguí llamándola de todo, hasta que le dije que ella era una zorra barata y que me la iba a follar allí mismo, la verdad aún no sé cómo me salió esa frase, pero su respuesta fue “sí mi Señor es lo que deseo”, yo no conocía el mundo de la dominación, pero al oír esa frase hizo que me empalmase y me excitase de una manera que jamás lo había hecho. Sin pensarlo le dije que se pusiera de rodillas, cosa que hizo sin protestar. Ven hacia mí zorra, desabróchame los pantalones y chúpamela. De rodillas y a gatas se acercó a mí y me la chupo, ¡digo que si lo hizo!, jamás había sentido ...
    ... tanto placer. Ella siguió, aunque debido a mi excitación me corrí enseguida, pero no la avise solo le cogí de la cabeza y descargué todo mi semen en su garganta, advirtiéndole que si se escapaba una gota la castigaría. Cuando terminé y vi lo que había hecho, me quedé paralizado, pero su siguiente frase fue “gracias Señor” y eso me hizo volver a mi actitud dominante. Ponte de pie perra de mierda ahora te vas a tragar todos tus desplantes. Lo que usted diga, diga mi Señor, contestó ella. Quítate la ropa, y rápido que pareces una vieja así vestida, lo hizo sin levantar la mirada y ágilmente, y ¡sorpresa! Vaya cuerpo, pechos grandes con pezones aun mas grandes, con carnes pero sin estar gorda y totalmente depilada, tal y como yo muchas veces le había pedido a mi novia, total que me empalmé otra vez, así que la cogí del pelo, la levanté, quité casi todo lo que había en la mesa y empecé a follármela, insultándola y devolviéndole una a una todas sus vejaciones mientras le retorcía los pezones hasta hacerle algo de sangre, pero a la muy zorra le gustaba, y a mí más aún. Cuando me iba a correr se la saqué y la volví a poner de rodillas y me corrí en su cuerpo, y especialmente en su pelo. Cuando acabé le dije que se iba a quedar así hasta que llegase a su casa, y su tercera frase fue otra vez “sí Señor, lo que usted diga”. Le dije que se vistiese y que ya hablaríamos, pero cuando se levantó para hacerlo me entraron ganas de orinar, y aún sin saber porqué la cogí del pelo y la llevé a su ...