CHUPADITAS - Relatos Eróticos

CHUPADITAS

CHUPADITAS.
Descubriendo el chupete de papi
Me llamo julio y tengo una difícil confesión que hacer. Se trata de un secreto tan bizarro y pecaminoso, que pensé que me lo llevaría a la tumba.

Pero de un tiempo a esta parte siento que si no lo digo, voy a explotar, así que aquí voy:

Desde hace ya algunos años dejó a Cintia mi hija pequeña, mi bebé hermosa...Me mame la verga cada vez que ella quiere.

Su pequeña, cariñosa e inocente boquita ha chupado, lamido y mordido cada cm de mi verga muchas veces, y deben ser litros ya, la cantidad de semen que mi pequeño angelito ha bebido directo de mí. Pese a ser tan pequeña, casi un bebé.

Quiero hacer énfasis en el hecho de que la he "dejado" yo nunca lo busque, nunca "hice" que me lo hiciera, fue ella la que empezó y si por alguna razón se lo niego, le entra un ataque de berrinche fuertísimo.

Sé que está declaración impactará a más de uno, pero quiero contar como es que esto se fue dando.

Para empezar está historia debo hablar de la mujer de la que me enamoré y con la que me casé.

Llevábamos un par de años de feliz matrimonio, cuando al fin se embarazo. Sin embargo ahí empezó la triste historia de su deceso.

Por razones que omitiré, fue un embarazo de alto riesgo y con ello un parto muy difícil. Nuestra pequeña hija nació bien, pero mi amada esposa sólo pudo luchar por su vida un par de meses y falleció.

Fue un golpe muy duro, la mujer que ame había muerto, dejándome con una pequeña bebé de sólo 2 meses de ...

... vida.

Yo me quería morir del dolor...Pero no podía, había una pequeña que necesitaba a su padre. Y eso fue lo que me dio fuerzas para salir adelante.

Ahora mi pequeña Cintia, es el ser al que más amo y estoy dispuesto a dar lo que sea por su felicidad.

Gracias a la ayuda de la familia pude continuar con mi vida. Mi cuñada se encarga de cuidar de mi hija mientras que yo estoy en el trabajo.

Llegó en las noches a casa, la baño, le doy de merendar y dormimos juntos y abrazados.

Ella es mi vida, mi sol, mi motor y motivo de alegrías.

Durante un tiempo teníamos está vida, más o menos normal, pero pronto fue claro que mi bebé tenía algo raro.

Como todos los bebés le daba por llevarse lo que fuera a la boca y chuparlo. Pero mi pequeña lo hacía de forma compulsiva, se veía que succionaba lo que fuera casi con furia y si le quitábamos el objeto de la boca le daban ataques de llanto que no paraba hasta que le pusiéramos algo en la boquita.

La lleve con un especialista, tras algunas pruebas me dijo que mi hija, pese a ser un bebé, sabía y resentía la muerte de su madre y esto le había generado una fuerte fijación oral, era su forma de trabajar la ansiedad, que la falta del pecho materno le producía. Pero que con el tiempo y una terapia, lo podría superar.

Pero 4 años después, mi hija seguía con la marcada fijación oral.

Es una niña muy inteligente, a la que le gusta mucho dibujar, pero es claro que no es normal, es sumamente callada e introvertida, casi no se ...