Mi sobrina meli - Relatos Eróticos

Mi sobrina meli

... carga.
Dentro de la familia la apodaron la culoncita. Bueno volvemos a las escaleras llegamos a la puerta de mi habitación la abro y la dejo pasar primero, les juro que no podía dejar de mirarle la colita. Entramos y cierro la puerta con llave.
Al ver el escritorio de dibujo quedó asombrada ya que es distinto a los demás, es diagonal y grande, presione un botón y el escritorio se iluminó es totalmente de acrílico.
Su carita de asombro y alegría era bellísima, saqué unas hojas y puse unos lápices a sobre el escritorio saqué unas figuras sencillas y las coloque también ahí. Le dije estás lista princesita, con una gran sonrisa dijo siiiiii.
Soy bastante alto y la baqueta que está con el escritorio está bastante baja a si que Meli no alcanzaba bien cómoda el escritorio.
Ella se coloca en la banqueta sobre sus rodillas y apoya sus codos en el escritorio, creo que se dan cuenta en que posición quedo. Me senté en la cama viéndola de perfil, era majestuoso verla en cuatro, la luz del escritorio transparentaba su vestido blanco podía apreciar su dulce figura, mi mente a 1000 llena de contradicciones, 
Me levanto dispuesto a ayudarla, me pongo a su lado y agarro el lápiz con las puntas de los dedos guiando el camino de sus grados, una vez más su calzoncito la molesta lo quita de entre sus nalgas como un movimiento reflejo.
Miro asia abajo y otra vez que belleza de culito.
Me dice a si no se puede me dice, guía mejo mi mano, agarro su manita y comienzo a ayudarla paso mi otra ...

... mano al otro lado y quedó de tras de ella. Tratando de contenerme comencé a transpirar, mi corazón latía muy fuerte y no pude evitar de temblar. Me pregunta si podía usar lo colores afirme con un movimiento de mi cabeza, estira su brazo para alcanzar las pinturas y se estira ella también, pierde el equilibrio y se tira hacía atrás.  Sus pompas chocan con mi cadera sentí sus esponjosas nalga abrazando mi verga que apuntaba al techo.
Casi sufro un infarto con eso, quedé paralizado esperando la reacción de Meli , ella no dijo nada y seguía en su posición de perrito.
Comencé a acariciar su cuelllito con las llenas de mis dedos le da escalofríos, se le pone la piel de gallina y da pequeños movimientos de cosquillas, con mi verga entre sus nalgas, la exitacion me estaba consumiendo.
Se estira nuevamente por otro color, y no pude evitarlo con un rápido movimiento subo su faldita hasta la cintura, y veo como su calzoncito rosadito con estampa de florecitas blancas se incrustada en su culo parecía que la niña traía tanga, ante tan tremendo culo su calzoncito no tenía más remedio que morir dentro de su rajita.
Estoy seguro sintió el contacto piel con piel de mi verga y su trasero delicioso y aún a si no dijo nada. Continué con mis caricias a su cuellito subí su playera de tirantes y comencé a acariciar con las llenas de mis dedos la linea de su columna vertebral, bajando suavemente.
Ella encorva su cinturita estrecha y pone la colita en pompa, undiendo aún más mi verga entre sus ...