1. Masaje Tántrico


    Fecha: 02/12/2017, Categorías: Hetero Autor: galizablog, Fuente: RelatosEróticos

    Ana era una de esas personas que padecen de la espalda aunque no tienen ninguna dolencia diagnosticada. Normalmente se sentía muy bien, aunque en algunas temporadas notaba alguna molestia. A pesar de sus 40 años, le gustaba mantenerse en forma y con un buen aspecto, le gustaba estar guapa ante el espejo para ser mas claros. Una buena amiga con la que comía los viernes, le había pasado un numero de teléfono de una clínica donde se daban todo tipo de masajes profesionales, como consejo esta amiga le recomendó ir y preguntar por los masajes poco convencionales, quizá fueran lo mejor para sus molestias. Ana no le dio mucha importancia ya que no era época de molestias, pero semanas mas tarde, estas comenzaron a aparecer. Hizo la llamada un lunes por la mañana y la persona que la atendió, era una chica que le comento que en su caso disponían de varios tipos de terapias, una de ellas era el masaje Tántrico, daba muy buenos resultados a medio plazo y mejoraba la salud en general. Ana busco por internet información de este tipo de terapias y después de conocer un poco, decidió que lo mejor era probar sin pensarlo mucho. Ana llego a la clínica un viernes por la tarde, justo después de salir del trabajo, la verdad que ese día estaba muy bien de sus molestias, pero siempre estaba dispuesta a estar a la ultima en todo, y esto no seria menos. En la entrada la recibió la misma chica con la que hablo por teléfono y muy amablemente le dio las buenas tardes, le comento como seria la sesión, ...
    ... que duraría una hora y que su masajista seria un hombre con mucha experiencia. Ana quedo encantada con el ambiente de calma que se sentía en las instalaciones y los olores a inciensos que inundaban todo el local. La chica llevo a Ana a un lugar reservado, un lugar no muy grande, con poca luz y las paredes pintadas de un color granate, que hacían juego con unas velas aromáticas que adornaban una cómoda tipo China. Ana fue invitada a desnudarse y a colocarse boca abajo en la camilla, su masajista llegaría enseguida. Ana comenzó a quitarse la camisa blanca que llevaba y posteriormente se bajo de sus tacones para bajar el jean tan ajustado que le gustaba llevar. El cuerpo de Ana quedo al descubierto completamente y queda claro que era una persona preocupada por su físico, ni un gramo de grasa a su edad, piernas esculturales y unos pechos perfectos, todo acompañado de una media melena rubia. Tras tumbarse en la camilla boca abajo, simplemente se relajo en tan buen ambiente.Hola me llamo David y soy tu masajista - la voz venia de la puerta y Ana levanto la vista para observar quien era. David era un chico mas joven que ella, unos 30 años, atlético y moreno, rostro amable y una sonrisa en la boca. El uniforme de masajista constaba de una camiseta apretada, de un color oscuro que no se podía distinguir con tan poca luz, y de un pantalón igualmente oscuro, todo muy oriental.David cogió una toalla doblada del estante y la coloco tapando el culo de Ana. Bueno, vamos a realizar un masaje ...
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