1. Por fin enculada por mi cuñadito


    Fecha: 03/12/2017, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Holis a todo bueno para no cansarlos les cuento la última aventura que tuve con mi Santi de tantas, pero resumidamente las mejores así como les venía contando en relatos anteriores. Esta vez fue cuando le entregue después de tanto hacerle desear mi oyito, obvio no sólo el lo deseaba, yo también enloquecia cada vez que me preparaba para recibir tan hermosa y venuda carne, sabía de antemano que ese choto dentro mio haría estragos de placer, imaginaba lo imaginable y la verdad aún hoy cada vez que me agarra de sopeton y me encula donde me vea, me rindo a sus antojos . Muchas veces no me encuentro preparada pero a mi bebé no le importa nada, sólo quiere calmar esa arrechura y así donde sea, en donde sea, a la hora que sea, si nos vemos nos damos una escapadita al fondo de su casa, al descampado de la esquina, a su cuarto, algunas veces nos escondemos en la ducha, y así calmarlo es mi proposito, y mi dicha claro oler y estar llena de su rico y caliente semen. Bueno esa tarde lo lleve a un lugar tranquilo para poder hacerlo bien , yo quería gozar y que el también lo haga, así que alquile un dpto y le propuse la loca idea de pasar toda la noche juntos, yo siendo su mujer puta y el mi macho arrechon y domimante. No fuimos juntos y al entrar ya de una sin mediar palabras me arrincono a la pared y me comenzó a besar entera, comenzó a bajar mis pantalones ...
    ... a correr el hilo húmedo que sudoroso para dejar al descubierto, desnudo y frágil mi culito, que ya temblaba de lojuria y pasión, que noche me esperaba pensaba mientras no dejaba de gemir y decir su nombre. -Santi violame, rompeme la virginidad de mi culo, haceme tuya. Gritaba como una demente sin importarme nada sólo vivir ese momento único e irrepetible. Así fue que en segundos el muy pícaro ya me tenía agarrada para sus propósito y enfilando su cabezota ya encaminaba la entrada a mi recto que no ponía resistencia a cada empuje que inflijia su cadera. Dolor, goce, no sabía que sensaciones eran sólo quería más y más sentirlo dentro de mi ser -Ahhhh dani dani dani me corro no puedo aguantarme me decía -Mmmm siiiii ahhh un poco más más metelo más bebé, aguanta Tanto era su calentura que aún no lo tenía todo adentro cuando explotó de leche en mi orto y a cada contracción de su rico choto yo sentía como un taladro que abría más y más mi dichoso ano. -Bebé que rico como te hice acabar así mmmm quiero más te deseo mal Santi. Así me encaminaba a la cama chorreando la lechita que caía de mi culito, acostada como una putita lo llamaba y lo calentaba para que ya prontito se ponga dura esa pija y poder sentirla de nuevo en mis entrañas, la noche recién comenzaba y mi culo aún quería más y más... y sabía que en esas bolas había más para mi. Besos a todos. 
«1»