1. Quise probar..


    Fecha: 03/12/2017, Categorías: Anal BDSM Gays Autor: jmbig, Fuente: xHamster

    ... por todo mi trasero a medida que se escurrëa por mi raja. Cuando pasñ por mi culo me introdujo de una un dedo y luego dos, haciéndolos girar dentro del ano y retirándolos de golpe.Luego sentë como pasaba un cordñn alrededor de mis huevos y daba varias vueltas por el escroto apretando bastante. El resto del cordñn lo envolviñ en mi verga semierecta y lo atñ. Sopesñ mis huevos, que sen sentëan durësimos asë prensados y pareciñ aprobar todo. Entonces sentë que algo similar a una cánula se introducëa en mi culo, como una especie de copa de champaïa sin el pie. Ese objeto al penetrar dilatñ mi agujero hasta no menos de 4 o 5 centëmetros en contados instantes. Y de repente una buena cantidad de agua frëa inundñ mis entraïas: me estaba haciendo una enema. Retirñ la cánula y sentë como el contenido de mis entraïas se derramaba en un recipiente. Entonces repitiñ la operaciñn un par de veces más. La sensaciñn de sentirme impotente e invadido por aquél objeto y el lëquido frëo me provocaban todo tipo de reacciones. Una vez más comprendë que lo mejor que podëa hacer era entregarme a aquella mezcla extraïa de dolor, placer, invasiñn y humillaciñn a que me estaba sometiendo. Por suerte el agua frëa al derramarse dejaba en mi ano dilatado una sensaciñn placentera, casi anestésica.Pero las cosas recién estaban en su comienzo. Apenas separñ la venda de mis ojos para dejarme ver por un instante un tremendo dildo negro. Al contemplar ese monstruo sentë que el corazñn se me venëa a la boca. Si ...
    ... bien mi culo no era virgen y se encontraba lubricado y dilatado, aquella pieza era mucho más grande de lo que jamás me habëa penetrado.Tan pronto colocñ la venda otra vez en su lugar me propinñ varios golpes con una palmeta de madera en las nalgas. Era imposible gritar. Instintivamente mi cuerpo se arqueñ intentando alejarse de la fuente del dolor y jadeando volvë a caer sobre el catre. Sentë que apoyaba con firmeza la cabeza de aquél inmenso falo en mi culo. Sabëa perfectamente que si me resistëa a la invasiñn me lo introducirëa por la fuerza violándome sin compasiñn, pero dudaba de que mi culo pudiera abrirse tanto como para engullir lo que habëa visto. No tenëa alternativa, asë que me relajé una vez más y lo dejé hacer.Sin dudas, esas no eran sus intenciones. El sabëa perfectamente que sin mi colaboraciñn activa semejante falo no entraba o bien me destrozaba el culo. Y sin dudas disfrutaba de su posiciñn dominante.Comencé a pujar contra aquella cosa que intentaba introducirse en mis entraïas y dilataba mi agujero hasta lëmites insospechados haciéndome sentir aquellas sensaciones de mi primera penetraciñn, mi esfënter dilatándose cada vez más y cediendo paso a paso lugar para que semejante monstruo lo penetrara. En un instante creë que habëa alcanzado mi lëmite, ya me parecëa imposible hacer algo más. El dolor y la dilataciñn de mi culo eran insoportables...entonces me abandoné. Y entonces sentë que la inmensa cabeza de silicona de aquél falo se habëa abierto paso hacia mi. ...
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