1. La novia de sus fantasías (Parte 2)


    Fecha: 03/12/2017, Categorías: Sexo con Maduras Fantasías Eróticas Autor: siluetas, Fuente: CuentoRelatos

    Anoche salí con Salomón. De los tres ancianos millonarios a los que deseo seducir, él es el más dulce y el que más ternura me produce. Lo vi actuar con timidez cuando fue a traerme a mi casa y me vio en, el vestido negro que elegí usar. Era un vestido ajustado, cortísimo, que apenas cubriera mi trasero al ras. Usé unas medias oscuras también, que hicieran resaltar mis piernas. Salimos en su limusina. Él estaba a la par mía, sin poder despejar la vista de mis piernas mientras yo contenía mi risa nerviosa. Tuve que acercarme más y llevar una de sus manos a mi muslo. Él sonrió de emoción. Me llevo a un restaurante carísimo. Hizo que, me trajeran rosas y me habló de lo mucho que yo le gustaba como novia. Yo buscaba despertar un aspecto diferente de él. -Vámonos, hagamos que esta noche sea perfecta. -le dije acercándome y en voz baja. Me llevó a su mansión en la parte alta de la ciudad. Vi la imponente fachada, con un jardín y una fuente en la entrada. Entramos tomados de la mano, como si él fuera un jovencito. Me llevo a su habitación. Era grande y elegante, pero algo me inquietó. Tenía una cámara de video instalada en un trípode. -Quiero que todo lo que pase esta noche quede registrado, y que pueda vivirlo una y otra vez - explicó. -Yo puedo recrearlo contigo cada noche, amor. No lo necesitas -le dije. Pero no parecía convencido. - En realidad sí quiero grabarlo. Es mi fantasía. Y en especial siendo tú una chica tan bella y joven. Comencemos. Decidí rendirme. Encendió la ...
    ... cámara de video, sacó una cámara fotográfica y me tomó decenas de fotos: De pie, de espaldas, desde abajo (para ver mi ropa interior), de mis piernas, de mi escote, de mis labios, haciendo poses sexis... Muchas poses sexis. Él se veía bastante excitado. Sentí que ya era hora de la acción. Mi última pose incluía levantarme un poco el vestido, para que viera lo que estaba a punto de probar. Me le acerqué y lo abracé despacio. Me dio un largo y rico beso. Tan largo, que aprovechó para poner sus manos bajo mi vestido y apretando mi trasero. Le ayudé bajando el zipper en mi espalda. Empezó a quitarme el vestido. Lo ajustado de la prenda hizo que le costara un poco, así que se detenía a besarme los pechos cuando se cansaba. Por fin lo logró, y pudo contemplarme en diminuta ropa interior negra. Seguí modelando para sus cámaras, ya mucho más habituada a la situación. Consideré que ya era momento de acelerar la situación. Le fui bajando el zipper a su pantalón y le saqué su pene, grande y excitado. Escuché su respiración acelerarse mientras yo se lo admiraba y le daba un pequeño beso. Comencé a chuparlo despacio y a acariciar su viejo trasero. El video registró cómo Salomón tomaba mi cabeza y la movía con más fuerza hacia adelante y atrás, aumentando sus quejidos y la velocidad, hasta que se vino dentro de mi boca. No tragué. Lo arrojé a su cama. Ya no íbamos a parar. Terminamos de desnudarnos y seguimos besándonos. Sus ásperas manos se sentían maravillosas en mi piel suave. Después de un ...
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