1. El mensaje que te excita


    Fecha: 09/09/2017, Categorías: Masturbación Autor: mc70, Fuente: CuentoRelatos

    Llegabas tarde, como de costumbre, a tu cita. Siempre te cuesta decidir la ropa que ponerte y al final, una vez elegida, acabaste cambiándola de nuevo. El maquillaje también contribuía a esa tardanza, y sin embargo, no podías salir de casa sin encender el ordenador y comprobar si tenías un mensaje suyo. Te morías de ganas de leerle, de saber algo más de él, de sentirlo tan cerca como cada vez que leías algo suyo, y tan intenso como si estuviera al lado tuyo haciendo sobre tu cuerpo las caricias que describía con sus palabras. Ahí estaba su mensaje; sus palabras formaban hileras de letras que al ser interpretadas por tus ojos provocaban esos estremecimientos en lo más profundo de tu cuerpo. Te habías esmerado especialmente en el atuendo interior ese día, habiendo hecho uso de buena parte de tu lencería preferida. Te habías puesto tus medias negras con liguero, que te hacían sentir aún más sexy. La acompañabas con un tanguita negro muy pequeño, que dejaba tu depilado sexo aprisionado bajo él, si bien tus labios siempre acababan saliéndose por los lados con tus movimientos… notabas la delgada cinta del tanga completamente pegada a tu sexo, habiéndose quedado por fuera tus labios. En cuanto al sujetador, hacía perfecto juego con el resto de lencería. Para vestirte habías elegido un ceñido vestido negro, bastante corto, que realzaba tu figura, dejando ver perfectamente las curvas de tu cuerpo, de tu cintura, de tus pechos y, al tiempo, mostraban un generoso escote que sin duda, ...
    ... invitaba a la imaginación. La sensualidad que irradiabas era increíble, y tu sola contemplación bastaba para acrecentar la sensación de intenso deseo que te inundaba. Unos tacones bastante altos, nada cómodos pero terriblemente bonitos, completaban la bella imagen que te devolvía el espejo cuando apareciste delante. Comenzaste a leer su mensaje. Era otra indecente propuesta suya que tanto te gustaba recibir. Insinuaba lo mucho que le excitaba la idea de que pudieras masturbarte para él. Tu excitación iba en aumento. También te excitaba la idea. El recuerdo de tu sensual imagen en el espejo acudía repetidamente a tu mente. Notabas el tanga completamente pegado a tu sexo. Estabas siendo invadida por una arrolladora avalancha de pensamientos a cuál más erótico. Conectas tu cámara. Sólo por ti. Sólo para ti. Te excitaba mucho la idea de verte en tu pantalla, vestida para follar, y cuando te viste, no pudiste resistirte a la tentación de dejar deslizar sobre la piel de tu escote tus dedos, recorriendo lentamente tu cuello con el dorso de dos dedos. Notas tu sexo entre tus piernas arder de deseo. Te levantas de la silla y contemplas la imagen que está en la pantalla… Tus manos recorren todo tu cuerpo, tus muslos, tus piernas, tus caderas, deslizándose suavemente sobre la suave tela. Tu vientre, tus pechos, tu cintura es recorrida lentamente, hasta que tropiezas con la cremallera del costado, y vas bajándola suavemente. Tu vestido cae dejando ver tu ropa interior; tu sexo rebosa por ...
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