1. la jornada de trabajo


    Fecha: 06/12/2017, Categorías: Anal Sexo Duro Sexo en Grupo Autor: stopercordobes, Fuente: xHamster

    ... espera nadie, ya que estamos, ¿porqué no nos tomamos unos cacharritos?pensé que no era tan mala idea, total era el último día y sólo estabamos los tres. Así que después de tres cubatas cada uno, volvimos a la nave para terminar la última hora que nos quedaba. Pasados diez minutos, estaba colocando unas cajas cuando se acercó Sonia, y sin mediar palabra, me agarró el paquete con su mano derecha mientras su lengua se metía en mi boca y no paraba de magrearme, al rato, se separó y acercando su boca a mi oreja, susurró: ya me estás enseñando ese polla, so cabrón. Se separó de mí, y sin que le dijera nada, se quitó la camiseta, lo que pusó a la vista unos pechos pequeños pero firmes, y sus shorts, que dejaron a la luz un coño totalmente afeitado.Mi polla ya estaba a punto de reventar, así que cómo pude me quité los zapatos, el pantalón y los slips, dejando a la vista una polla totalmente erecta. Cuando Sonia vió aquello, se calló y acto seguido gritó: Carlota, ven a ver esto, no te lo vas a creer.Carlota salió de la oficina, y al llegar adonde estabamos Sonia y yo completasmente desnudos, su expresión de asombro lo dijó todo y de su boca sólo salió una expresión: -Madre mía, pero que pedazo de cipote, joder.Acto seguido, mientras Sonia se lanzaba a devorar mi polla cómo si se fuera a acabar el mundo, cogí a Carlota de la mano, la llevé hacía mí y mientras nuestras lenguas se juntaban, empezé a hurgar dentro de ese vaquero recortado, encontrandome con un coño totalmente afeitado y ...
    ... muy mojado, lo que hizó que mis dedos empezarán a frotar su clitorís, mientras ella se quitaba la camiseta, con lo cual pude ver un sujetador blanco, que no tardé en desabrochar para dejar a la vista unos pechos medianos que estaban pidiendo a gritos que los lamiera.Mientras, la boca y la lengua de Sonia no paraban de llenarme de saliva mi polla, que estaba dura cómo una piedra, así que dejando a un lado a Carlota, la retiré de mi pene y le dijé:Conque te gusta comer carne, - le dijé-, pues verás el lote que te vas a dar, y sin darle tiempo a reaccionar, le hundí toda mi polla en su boca, haciendo que tragará cada vez más hasta que su lengua casi rozaba mis cojones. Carlota se estaba ocupando de su coño, en unas lamidas que hacían que cada vez más y más su boca se aferraba a mi polla como una poseida. Yo ya no podía más, así que sacando la boca de Sonia de mi polla, les dijé: - Vamos a la oficina, que vaís a ver.Pasamos al despacho del jefe, y sentandomé en el sillón, miré a Carlota, y le dijé-ven aquí, golfa-ella se acercó, se subió encima de mí y sin que se lo esperara, todo mi rabo se introdujó en su húmedo y tierno coño de un solo golpe, para a continuación entrar y salir a un ritmo endiablado, que ocasionó que ella no parara de gemir y gritar, mientras Sonia no paraba de lamerme los cojones mientras no paraba de tocarse el coño. Después de un rato follando a Carlota, la solté y sin decir una palabra, cogí a Sonia, la senté en el sillón, le levanté las piernas y al igual ...