1. Madre querida, Madre Adorada 02


    Fecha: 09/09/2020, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: RuffinRedcock, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    A la mañana siguiente, y una vez que mi cama estuvo libre, pude dormir a mis anchas, y cuando desperté ya era tarde y tenía la sensación de haber soñado que me había cogido a mi madre, mi corazón empezó a latir con fuerza y un sentimiento de culpa me invadió. Salí de mi cuarto hambriento y aun crudo por el licor ingerido la noche anterior, y ahí estaba mi mamá, fresca como una lechuga, preguntándome “¿ya quiere comer mi hijo?”  con una naturalidad que me hacía pensar que en realidad lo de anoche había sido un sueño de borracho. Pero cuando me acerqué a saludarla disimuladamente me agarró la entrepierna y me guiñó un ojo, “cada vez estoy más enamorada de ti, mi chiquito”.
    Mi verga automáticamente empezó a levantarse y mi madre me dijo “lástima que están todos en casa” y continuó como si nada.
    Encontrar un momento a solas en una casa donde vivían nueve personas era realmente difícil, así que mi madre dejó las cosas en paz por lo que restaba del día, que por cierto era domingo.
    Así, amaneció el lunes con el ajetreo de las mañas mandar a los más chicos a la escuela y a dos más grandes a la prepa y los restantes a trabajar, el primero que se había ido fue mi padre y yo me levanté también para ir a la prepa, pero mi mamá me dijo que siguiera durmiendo que todavía no me reponía de la fiesta del sábado. Yo le hice caso y fui a mi cama a seguir durmiendo.
    Al rato entró mi madre a mi cuarto, me despertó y me dijo que fuera a su habitación que teníamos que hablar. La casa ya estaba ...
    ... sola, nada más estábamos los dos, y entramos a su cuarto, nos sentamos en la cama y mi mamá me agarró las manos y dijo, “No sé qué pienses de lo que pasó la otra noche, sé que eso se llama incesto y sé que es un pecado muy grande, que cuando me muera me voy a ir al infierno, pero siempre has sido mi favorito, siempre te he querido por encima de los demás, pero esa noche, cuando saliste con esa muchacha, sentí unos celos terribles, me sentí tan celosa y tan enojada que por fin me di cuenta que te he amado desde que naciste, desde que te tuve en mis brazos y cuando te amantaba, para mí era algo erótico, que me hacía sentir un calorcito en el cuerpo que no lograba explicarme, y así fue hasta esa noche, cuando por fin me di cuenta de la realidad. Yo no supe que decir, solo me acerque a ella y la bese tiernamente en la boca, “mamá, yo también la quiero mucho” y la abracé y nos besamos primero suavemente, pero después con una desesperación que me dolieron los labios. Hoy gozaremos, pensé, no hay nadie que nos oiga ni estamos borrachos. Así que la desnudé, completamente y pude observar detenidamente su cuerpo robusto, sin llegar a la gordura, admiré sus pechos enormes y su monte de venus que advertía entre su follaje la tierra prometida. Una vez que yo estuve desnudo, la besé con pasión y seguí por su cuello deteniéndome en sus orejas, lo que la hizo jadear levemente, bajé a sus tetas y empecé a absorber como cuando era pequeño hundiendo mi cara entre las dos chichotas, recorrí todo ...
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