1. La drogue para poseerla


    Fecha: 13/09/2020, Categorías: No Consentido Tus Relatos Autor: Somnofilia, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    Desde hace tiempo miraba a la empleada con mucho morbo, era un chica joven y delgada, pero con unas curvas bien definidas, acababa de cumplir los 18 y de llegar a la casa a trabajar. Varias noches le dediqué mis fantasías y me excitaba cada vez más. Tenía pensado irla convenciendo poco a poco, pero al final decidí que sería muy tardado. Debo decir que tengo 35 años y un apetito por las fantasías de todos sabores. 
    Después de mucho pensarlo, decidí que buscaría la oportunidad ideal para darle un sueño más pesado, provocado por supuesto, por una pequeña dosis de un medicamento. 
    Por fortuna no tardó mucho en presentarse la ocasión, mi familia decidió salir y yo tenía planes de no regresar a casa, así que le dieron el día libre a Claudia. Ella solo comentó que se quedaría en su cuarto a descansar. El cuarto donde ella dormía, estaba en la parte de atrás de la casa y se accedía al mismo por la cocina y luego unas escaleras en el patio. Mi familia se fué desde las 11 am, yo, esperando un plan con unas chicas que había hecho desde hacía días. Estaba sentado en la sala, cuando pasó Claudia, vestida casual, con un pantalón de mezclilla azul ajustado y una playera muy ligera, la cual se transparentaba y me daba el espectaculo de su pequeño sostén, de donde se adivinaban un par de pechos redondos y firmes. Por fortuna tenía puestas mis gafas de sol, así pude recorrer con mi mirada todo su cuerpo, sin siquiera disimular. Claudia no me había notado, así que pude ver como recogía 6 ...
    ... envases de cerveza en una pequeña mochila. !Ahí mismo supe lo que haría¡. Tracé mi plan en segundos, sabía que la tienda estaba a 5 calles, más el tiempo de la compra, me daría unos 10 minutos para actuar. Con el corazón saliendose de mi pecho corrí a mi recamara y tome una pequeña camara espia que tenía, por el tamaño era fácil de ocultar y convenientemente enviaba la señal a mi celular. La coloqué de manera que pudiera cubrir la mayor parte del pequeño cuarto. 
    Justo el tiempo medido para ocultarme en mi habitación sin dar señales de estar en casa, antes de que regresara claudia, yo ya estaba seguro en mi refugio de observación. Activé las cámaras de la casa en mi laptop y la cámara espía en mi celular. Ahora podía saber en todo momento donde y que hacía Claudia. Aún alcancé a ver por las cámaras su entrada a la casa y su paso por el pasillo antes de entrar a casa. Sentí algo extraño, una sensación de poder al saberme dueño de lo que pasaría. Abrí mi puerta y me puse a escuchar. Tal como lo pensaba y ahora corroboraba por la cámara del patio trasero, que Claudia solo llevaba en la mano una cerveza, pues con el fin de que no se calentaran las otras, las había dejado en el refrigerador.
    Pude ver como entraba a su habitación, encendía su bocina portátil y ponía su lista de canciones, confiada plenamente en encontrarse a solas en la casa hasta el siguiente día. 
    Pude ver como de un trago empinaba casi la mitad de la cerveza, a este ritmo, pensé, mi premio llegará antes de lo que ...
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