1. TRES PENES INOLVIDABLES (Tercera parte)


    Fecha: 29/09/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Hernando, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... a ese muchacho fuerte, grandote, sintiendo su respiración agitada en la nuca y en el costado de mi cuello, con su verga junto a la mía. Me incorporé y me arqueé un poco, poniéndome en cuchillas, tomando su vergota con una mano y con la otra me sostuve de su hombro. Como él vió lo que quería hacer, m agarró de las nalgas y los muslos alternativamente para ayudarme.
    
    Entonces comenzó el show !
    
    Literalmente me senté en la punta rosada de su pija y disfruté de su contacto redondeado y de sus vibraciones. Su glande palpitaba en mi puerta, y me encantaba sentirlo. Hans jadeaba y yo, a la par, como a la espectativa... Entraría ?
    Me sorprendió él que comenzó a empujarme hacia abajo, apresionando como si quisiera pasar un misil de carne en mi colita. Sentía como me partía el culo, como me penetraba poco a poco. Me sostenía tan firme que ni siquiera se zafó una vez. Creo que le marqué el hombro de lo fuerte que lo agarré. Cerré los ojos con una mueca de dolor intenso, pero eso no me importaba. Y, al parecer, a Hans tampoco, ya que seguía con su arremetida. Al ser tan grande, pude sentir patente cómo pasaba la unión del glande y el tronco, eso me hizo estremecer de dolor.
    - "Ayyy !... Segui, por favor, Hans... No pares !", le dije con una voz que no era la mía. "Pero, por favor, empuja despacio !"
    - "No te preocupes, amorcito, que yo voy a cuidar de que disfrutes con todo adentro...", me susurró gimiendo.
    
    No me explico cómo fue que lo sentí, pero lo cierto es que así fue : ...
    ... sentí todo el trayecto hasta el final. La unión de la cabeza luego se de lo cual se ensachó más, si eso era ya posible, y luego vinieron las partes fuertes y duras. Podía sentir cada uno de sus blancos centímetros rompiéndome el culo, literalmente. Hans me sostenía por las nalgas desde abajo. Pasé la mano par abajo y tanteé cuánto me faltaba, y con horror me dí cuenta de que recién íbamos sólo por la mitad ! Y yo me sentía ya totalmente colmado, lleno de verga ! Nuevos empujones suaves y más centímetros adentro. Ya no daba más de lleno cuando sentí una suave cosquillita en mis cachetes, entre el dolor y la sensación de estar estirado a más no poder, y me dí cuenta que su verga por fin se había hundida totalmente.
    
    No sé cuanto tiempo nos quedamos los dos así, sin movernos, yo ensartado en ese poste de carne blanca, sintiendo las palpitaciones de su miembro. Ninguno atinó a nada que no fuera quedarse quieto y relajarse. Yo sentía su corazón queriendo salir de su pecho, golpeándome la espalda y decirle al mío que se salga por mi boca. Lo abracé muy lentamente hacia atrás y acerqué su boca a la mía, y así me comió la lengua una vez más. Comenzé a moverme en círculos, y toqué sus huevos justo debajo de los míos. Hans pasó sus manos para adelante y me agarró la verga, acariciándola. Me empezé a besar con más frenesi, y de golpe me sorprendió poniendose de pie. Yo grité de sorpresa y de dolor, y me tuve que agarrar de su cuello para no morir empalado. Rapidamente me sostuvo de la ...
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