Mi esposa de puta en un bar 3 - Relatos Eróticos

Mi esposa de puta en un bar 3

Hoy les voy a relatar lo que me platico mi esposa cuando tres tipos de la cogieron en una sola noche y tratando de utilizar su propio lenguaje " ésa noche llegue un poco antes de las nueve al bar "El Infierno" en donde ya tenía tres meses de trabajar en ese lugar, cuándo pasé por el salón note que ya había bastante gente por lo que el administrador me apresuró a cambiarme ya que unos clientes habían preguntado por mí, entré al camerino y me puse mi mejor y más sexy vestuario, un putivestido simitrasparente pegadito al cuerpo en color rojo tan cortito que apenas cubría mis paraditas nalgas y con un escote que se podían asomar mis tetas, una tanga del mismo color y unas zapatillas  de cintas doradas con tacón aguja que hacían resaltar mis pies y mis uñas que también las había barnizadas en color rojo y considio que el cabello me lo había teñido como peliroja, me puse mí perfume, retoque el maquillaje y me ví en el espejo, parecía una vampiresa en el mismo infierno! Salí al salón y un mesero me dijo "Paty en la mesa tres te están esperando unos clientes tuyos, ya fueron otras muchachas pero sólo te quieren a tí" llegue a la mesa y nos saludamos  hola chicos/hola preciosa, les dí un beso procurando rosar sus labios, qué te tomas? me dijieron, ví en la mesa que tenían una botella de brandy, lo mismo que ustedes mis amores, el mesero me llevo un vaso y  me  preparo la bebida, estuvimos charlando me llenaban de piropos diciéndome que con ese vestidito me veía aún más buenota, ...

... que, que rico perfume tan seductor, que lindas y sedosas piernas tienes etcétera, después de varios tragos uno de los tipos empezó acariciar mis piernas desde las rodillas hasta mi tanga, él otro mis senos deteniéndose en mis tetas, el tercero de plano se puso bajo la mesa  a besar mis pies y mis piernas.  Pidieron otra botella y uno a uno me sacaron a bailar y aprovechando la música, el ritmo y que por mis movimientos el vestidito se me subía casi hasta la cintura, me agarraban las nalgas, me las abrían y sobaban, me besaban el cuello, se repegaban en mis chiches y me besaban en los labios, y yo como una verdadera puta les correspondía. En la mesa seguían manoseandome ya más atrevidos, el que estaba bajo la mesa seguía besado y chupando mis dedos de los pies subía por las piernas y muslos hasta llegar a mí panocha, hacía a un lado la tanga besaba y chupaba mi raja e incluso ya metía su lengua en mi concha, yo le facilitaba la acción abriendo las piernas, los otro seguían en lo suyo, cada uno se habían apoderado de una de mis chiches las agarraban y besaban y como becerros chupaban de mis pezones sacándolos por un lado de mí putivestido. Con el efecto de los tragos y las caricias los tres tipos ya estaban muy calientes y con la verga bien parada, para calentarlos aún más se las empezé acariciar por encima del pantalón, éso los prendió que se bajaron el cierre y yo muy complaciente se las saque y se las sobe bajando y subiendo la mano, uno de ellos me preguntó si me atrevía a ...