1. Historia familiar


    Fecha: 07/12/2017, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Hola, mi nombre es Ana, y vivo en una zona agricola en el centro de España. Mi marido es el dueño de una finca enorme, donde para el verano contratamos a muchos peones para la recogida de la fruta. Cuando hace diez o doce años empezaron a venir muchos extranjeros, construimos unos barracones para alojarlos, ya que negociábamos su salario incluyendo la manutención y la estancia. La mayoria eran hombres solos que pasaban con nosotros un par de meses, casi sin salir, aunque tambien habia alguna familia de gitanos rumanos, que vivian en sus caravanas dentro de la finca. Las mujeres tambien trabajaban con nosotros en la limpieza y en las cocinas. Yo estaba casi todo el dia con ellas, y mi marido con los hombres trabajando. Desde la ventana de mi cuarto podia ver un lado de un barracon proximo, incluyendo parte de los baños y las duchas comunitarias. Un dia que estaba en la ventana observe como las formas de los hombres a traves de las ventanas, pero no pude distinguirles al ser de un cristal decorado, solo distinguia sus siluetas. Empece a calentarme pensando en las pollas que tendrían los negros, de los que habia oido hablar muy bien. Me hubiera gustado ver muy especialmente a un par de jovencitos que habia visto. Uno era un morito que estaba con sus hermanos, y otro era un rumano muy rubio y guapo. Al dia siguiente fui con las mujeres encargadas de la limpieza y me preocupe de dejar las ventanas abiertas para, confiada en que no se dieran cuenta, poder ver algo mas que el dia ...
    ... anterior. El olor a macho de las duchar era muy fuerte, y la cantidad de pelos en las duchas y las revistas porno que nos encontramos, comentamos riéndonos lo machotes que serian nuestros hombres. Ya por la noche me situe a esperar que vinieran los hombres. Poco a poco iban llegando y pasaban a ducharse. Vi que mi plan daba resultado, ya que no se daban cuenta de cerrar la ventana. Era ya noche cerrada, y al no ver ninguna luz, me imagino que pensarian que nadie les miraba. En un momento se juntaron ante mis ojos mas de diez hombres desnudos, la mayoria moros de mediana edad, pero tambien un par de rumanos que estaban muy buenos, y un negro, ya mayor, que tenia un rabo descomunal. Pense que era verdad la leyenda sobre ellos..... Los hombres se duchaban sin mirarse tan apenas, aunque enseguida alcance a oir unas risas, que deduje que provenian de los moros al ver el rabo del negro. El tio parecia complacido, porque se la tocaba y sopesaba delante de ellos, alardeando de rabo, y poniéndome a mi a tope. Los rumanos la tenian bastante mas pequeña. Entro el morito que me gustaba con uno de sus hermanos a la ducha. Que buenos rabos tenian, nunca habia tenido uno asi dentro. El que me gustaba presentaba siempre la polla morcillona, lo que provocaba tambien risas en las duchas. El se avergonzaba, justificando que era por las ganas que tenia de follar.... Oi un ruido y me di cuenta que no era la unica mirona del lugar. En la calle, en una esquina, se escondian mi hija y la hija de unos ...
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