1. Don Alfredo 4


    Fecha: 07/10/2020, Categorías: Primera Vez Tus Relatos Autor: Pedro, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    Las horas fueron transcurriendo y no sé la cantidad de veces que cojimos, mejor dicho, que este viejo sátiro me había penetrado, no sé la cantidad de polvos que me echó, ni de  las veces que acabe, día de los litros de leche se le tragué, día de la cantidad de crema que me puso mi agujerito. Como tampoco de las veces que nos quedamos dormidos y arrancamos de vuelta, tampoco sé si esté viejo había tomado algo para tener tan rápida recuperación, hasta diría que parecía un conejo, caminaba de coger acababa y al rato se le había parado de vuelta, por momentos se recuperaba más rápido que yo, esa cosa enorme se te ponga dura muy fácilmente, yo estaba completamente entregado, todo lo que me ha sido el viejo me gustaba por más que me ardía un poquito la cola. El viejo aparte de Gran cogedor era muy sabio, sabía cómo hacer para que yo la pasara bien a pesar del dolor. Me salía de lo más profundo de mi corazón besarlo con tanta pasión.parecía que me había enamorado de ese viejo que hacía un rato me había destrozado la cola y me había dicho tragar no sé qué cantidad de leche. Los ratos que no cogíamos el viejo me daba clases de lo que le tenía que decir a mi padre de lo que habíamos hecho, de lo que habíamos paseado, ver el lugar en que habíamos ido y cómo eran estos. De lo muy qo macanudas que eran sus dos hermanas. Aunque sólo fuera una yo tenía que inventar esa historia de las dos hermanas. Pasamos varias veces el libreto. Penosamente el domingo después de comer tuvimos que ...
    ... emprender la vuelta a mi pueblo. Cuando estábamos completamente vestidos y listo para salir, antes de abrir la puerta de salida del departamento, nos fundimos en un beso profundo y apasionado, qué fue derivando en mucho manoseo, hasta que me arrodille, bajé el cierre su bragueta y comencé a chuparsela con desesperación, Don Alfredo en la tenía completamente tiesa nuevamente, tal era la locura que los dos teníamos, que me paré me bajé el pantalón apoye mis codos en una cómoda y le ofrecí nuevamente mi cola a Don Alfredo , este apuntó su monstruo a mí agujero deseoso, me tomó por las caderas, y creo que fue mi orto el que se tragó de un solo bocado el glande del instrumento del viejo. Este serrucho durante un rato y nuevamente explotamos!!! Esa era nuestra despedida. Nos volvimos a limpiar y nos fuimos a la estación. Tomamos un tren y Don Alfredo volvió a ser el tío macanudo que yo conocía, durante todo el camino fuimos repasando el libreto, hicimos escala con el otro tren. Y a la nochecita estábamos en la estación de mi pueblo. Me fui a tomar un remís para ir al campo y Don Alfredo me acompañó hasta la puerta del auto. Nos despedimos como si fuéramos tío y sobrino. Y cuando el auto ya estaba arrancando, le dije al chofer repentinamente que frenara, me bajé corriendo, fui hasta donde estaba Don Alfredo, y en la parte más oscura de la estación, no bese con pasión y desesperadamente, tratando de que no me viera nadie. Pegué media vuelta y me fui casi sollozando.llegué a mi casa y les ...
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