1. El mejor amigo de mi hermano


    Fecha: 11/10/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Selulana, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... que era difícil de entender – Bueno, pues me duermo en el sofá, ¿no?
    
    -       Que va tío, mañana viene una limpiadora y no te puedes quedar ahí. – mi hermano hablaba normal, por lo que intuí que iba muy borracho. – Ya sé, mi hermano tiene una cama nido. ¿Te importa dormir en su cuarto?
    
    No escuché la respuesta, pero me hice el dormido, no sé por qué, cuando estos llegaron a mi habitación.
    
    -       Alumbra, Guille. – dijo mi hermano.
    
    -       ¿No quieres que te ayude? Hip. – preguntó Guille.
    
    -       Jaja, no, da igual. – contestó Seba mientras tiraba de la cama que había debajo de la mía.
    
    Guille se tiró en la cama bocabajo, haciendo que mi cama se tambalease.
    
    -       ¿Qué pasa? – dije yo, somnoliento.
    
    -       Hey, perdona enano. – me dijo mi hermano, mientras cerraba la puerta y encendía la luz - ¿Te importa que Guille duerma contigo? Es que va muy borracho y si sus padres lo ven así le matan.
    
    -       No, claro. – dije yo, frotándome los ojos.
    
    Guille estaba medio dormido en la cama. Iba vestido con unos vaqueros y una camisa y tenía los zapatos puestos.
    
    -       ¿Me ayudas a desvestirlo? Yo solo no voy a poder con esta mole. – me preguntó Seba con una sonrisa nerviosa.
    
    -       Jajaja, ¿tan mal está? – dije yo, riéndome bajito.
    
    -       Peor todavía: ha bebido un montón y el idiota ha mezclado. Estaba hablando con una chavala, se iban a liar y el muy idiota le ha vomitado encima. Por eso me lo he llevado de allí. – contó mi hermano mirando con ...
    ... estupor a Guille.
    
    Me tuve que tapar la boca para no dar una carcajada y despertar a mi madre.
    
    -       Bueno, deja de partirte el culo y ayúdame, que me quiero acostar ya. – me dijo Seba.
    
    -       Vale, vale. – le die yo, bajando de la cama con mis calzoncillos como única prenda.
    
    Entre mi hermano y yo volteamos a Guille, que no sabía ni por dónde le daba el aire. Yo le quitaba los zapatos mientras mi hermano le desabrochaba la camisa. Mientras yo tiraba de él, mi hermano pudo quitársela. Siguiente paso: pantalones. Le desabrochamos el botón de los vaqueros y le bajamos la cremallera. A la cuenta de tres, mi hermano y yo tiramos desde la parte de abajo y conseguimos que Guille se quedase en calzoncillos. Unos calzoncillos de algodón grises que dejaban ver un gran bulto. Mi hermano puso la ropa sobre la silla de mi escritorio y yo arropé a Guille con una sábana.
    
    -       Gracias, chico. Si hay algún problema avísame, ¿vale? – mientras iba hacia la puerta y apagaba la luz.
    
    -       Vale, buenas noches. – le contesté mientras me tumbaba de nuevo en mi cama.
    
    Mi hermano cerró suavemente la puerta y yo caí dormido de nuevo. No mucho después, Guille empezó a toser desenfrenadamente y me desperté alarmado.
    
    -       Guille, ¿estás bien? – le dije mientras me incorporaba para darle palmaditas en la espalda al muchacho, que estaba sentado en la cama.
    
    -       Sí, sí. Ay…, ¿me haces un favor? ¿puedes ir a por algo de agua, porfa?
    
    -       Claro. – me levanté y fui ...