HISTORIAS DE ALONSO 1ª PARTE - Relatos Eróticos

HISTORIAS DE ALONSO 1ª PARTE

... la de reir pero aguanté, dije dos la sirvió colocandome una cucharilla para yo moverla mi vaso estaba en mi mano ya, a su mujer simplemente sobre la misma bandeja colocó sacarina lo movió él y se la ofreció, ella la tomo en su mano, diciendole ya sabes que no quiero verte así, no se a que se refería él pidio mil perdones terminando con un si señora, se marchó a la cocina y volvió, su pene era casi imperceptible, pegado a su si abultados testiculos le ofreciió a ella algo, ella lo cogió en su mano por primare vez vi como le introdujo un anillo por el pene hasta presionarselo sobre los testiculos despues cogió en su mano con los dedos sobre la punta su pene, lo rodeó con una tira de cuero hasta presionarlo el gritar pero sin moverse y finalmente lo cerró, con un pequeño candado a la vez que sobre la argolla central de su cinturon, pensé el dolor debía de ser grande ella no dejaba de mirarme de mirar mis reacciones, Alonso no dijo nada solo observó, le indicó se colocara de rodillas él lo hizo, ella Le dijo a Alonso si le habia gustado lo que veia alonso seguia mirando a él ahora la descalzaba y lamia sus pies, alonso pensaba que si ella tenia la idea de hacerle algo parecido estaba equivocada, pero conestó que sí que nunca habia visto nada así, en peliculas alemanas pornos si, pero no en real, que creias que no existe en real, Alonso estaba totalmente sorprendido en realidad, por aquello, ella además cada vez hablaba con una seguridad que en esos momentos era incapaz Alonso ...

... de tenerla, simplemente se encontraba fuera de lugar, eso si, estaba excitado no podia negarlo. Mirandolo Inma se levantó, se quitó el vestido de pie, fue apareciendo su cuerpo, relleno pero buenas piernas pensó alonso un culo grande en unas bragas blancas sexy, como en raso se transparentaba su sexo, adivinando que solo tenia un pequeño matojo de vellos arriba de él, las tetas no defraudaron el sujetador era casi incapaz de contenerlas. El vestido quedó en el suelo, Alonso supo que debía quedar allí como estaba sentado ella, cogió a su marido por su blanco pelo sin escrupulos, tiro de él un grito restalló fuerte, Alonso se sobresalto intriormente, pregntandose como podia permitir aquel hombre aquello, pero exteriormente no hizo nada, él hombre termino siendo colocado brutalmente de pie apoyado sobre la pesa su cabeza y pecho los brazos sobre su cabeza, ella abrió un cjon del mueble junto a la mesa, sacó una regla de madera, fina ancha. Alonso no daba credito, a lo que veia pero a su vez, empezó a darse cuenta que le gustaba verlo cada vez mas, el marido gritaba a cada golpe de regla sonaba que para nada aquello era fingido, al menos 15 o 20 veces, lo golpeó, para dirigirse ella por primera vez a Alonso directamente diciendole levantate y ven. Alonso se levantó ella le enseño el culo de él bien cerca miralo, le decia esta rojo el perro este, eh, tocalo vera como tiene de caliente el culo, lo toco si estaba hirviendo, pero mas que eso lo que Alonso le excitaba era los lamentos ...