1. Esclavas


    Fecha: 07/12/2017, Categorías: Transexuales Lesbianas Autor: Luciana Mar, Fuente: CuentoRelatos

    Mientras cerraba mi nuevo departamento para hacer las primeras compras en el barrio, una voz muy suave detrás de mí me saludo: —Hola, soy Fernando. Continuo mientras me daba vueltas para ver quién era: —Somos nuevos vecinos, vivo al lado de tu departamento, en el quinto C, es un gusto conocerte. Se trataba de un joven de mi edad, unos veinticinco años, morocho, hermoso pelo oscuro lacio y largo, ojos claros de facciones y modos muy femeninos que me enloquecieron porque yo llevaba algún tiempo de travistiéndome de closet con orientación lésbica e inmediatamente vi en ella la persona de mis hasta ahora fantasías. Le respondí tan atentamente como para que se diera cuenta que me interesaba su amistad y creo que hicimos una buena química en ese corto lapso que nos encontramos, ella capto mi intención y se ofreció amablemente “para cualquier cosa que necesitara”, yo capte la onda de su respuesta y no tarde en caer al quinto C con cualquier estupidez como excusa. Así fuimos haciendo una hermosa amistad con cada vez más excusas para encontrarnos, el trato fue pasando de cordial a amistoso, luego más dulce y los dos empezamos a exagerar gestos femeninos en una especie de seducción mutuos. A las dos nos gustaba ese coqueteo pero ninguno se animaba a avanzar al otro y creo que disfrutábamos de esa miel. Un día nos encontramos en su departamento y ya éramos dos nenas tomando el té, charlando y cruzándonos miradas y gestos femeninos hasta que le dije que me encantaba su compañía, ella ...
    ... me miro a los ojos, me tomo la mano y me agradeció esas palabras y me dijo que ella también sentía lo mismo, se nos aceleró el corazón y nos pusimos coloradas pero no largamos nuestras manos y se me dio por decirle lo suave que sentía sus manos, ella respondió: —A mí me gustan tus labios Y rozo con su dedo mis labios. Yo aproveche para besar su mano y ver su reacción. Ella se acercó y me dio un beso en mis labios y yo le respondí con otro beso interminable. Ahí estábamos las dos mariquitas besándonos cuando y al sentir tanto placer solté un orgasmo y de pues me orine encima de una forma que no pude contener. Me dio vergüenza y me retire pidiéndole disculpas diciéndole que me iba a cambiar de ropa. —no te aflijas, me dijo con voz dulce, —Yo también estoy mojada. Se sacó los pantalones y me mostro su bombachita humedecida en su bultito, además de su bombachita llevaba puestas unas medias con portaligas y al verla así yo también me saque la ropa y para sorpresa de ella quede en bombachita. Que hermoso, vamos a continuar besándonos pero en bombachitas, y me tire en sus brazos Después de largos minutos de descargar nuestras ganas de besarnos ella se par, me tomo de la mano y me dijo que quería mostrarme algo. Me pare y disfrutamos de ese pequeño paseo de la mano como dos mariquitas en bombachitas. Me llevo hasta su vestidos y me mostro los cajones llenos de su ropita erótica femenina. Me quiero meter en esos cajones, le exclame Primero vamos a bañarnos, respondió con picardía. Y ...
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