1. El negro teri 2


    Fecha: 06/11/2020, Categorías: Primera Vez Tus Relatos Autor: Marcos, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... mía y una parecida de parte de él dentro de mi cola. Sentía como esa leche blanca y espesa inundaba todo mi ser. La mía salpicaba todo mi cuerpo, hasta me había llegado al mentón, el negro estrujaba mi pija tratando de escurrir la hilo propia hacía con su pija dentro de mi cola. Sudado y rendido cayó encima mío. Sólo , dentro de lo que podía, pudo a besarme, estaba por demás agitado, mientras confirme pero lentos movimientos seguía empujando su pija todo lo que podía dentro mío cómo tratando de sacar las últimas gotas de leche para depositarla lo más profundo que podía. Pensé que esto se había terminado, pero negro no se acaba su pija de mi cola, se incorporó cómo pudo, y con suaves movimientos, despacito despacito comenzó a cogerme nuevamente, no sentía la dureza de hacía unos momentos, pero tampoco la sentía muy flácida. Despacito despacito se le fue poniendo duro de vuelta, qué impresionante poder de recuperación!!! Sin poder recuperarme del anterior este negro me estaba cogiendo de vuelta, no sabes lo que me calentás!! Exclamaba mientras sus movimientos cada vez serán más fuertes y rápidos. Con el dedo índice de su mano izquierda empezó a juntar, sin parar de cogerme, la leche que yo tenía diseminada por mi panza y mi pecho, y con ese dedo las llevaba mi boca obligando a que  la chupe, estaba tragando mi propia leche, y eso también me gustaba, mi pija estaba bastante flácida pero mi calentura sigue haciendo mucha, el negro no paraba de cogerme, era una máquina. Me miraba ...
    ... y me repetía lo mucho que le gustaba cogerme, lo bien que le íbamos a pasar de acá en más. Te vas a ser adicto a mi pija!! Me repetía. Pero lo que estaba haciendo, se bajó de la cama, me obligó a mí hacer lo mismo, de un movimiento me puso contra la pared, con su mano izquierda me tomo del pie que se forma entre la panza y la cadera, y me la puso de vuelta, mi culo no ofrecían ningún tipo de negación, sólo quería ser cogido por el negro. Son movimientos eran tan fuertes que parecía que me cogía con rencor. Llevó su mano derecha a mi pija y comenzó a masturbarme. Esa posición nos encantaba a los dos, parados contra la pared. Bañados en sudor, el negro no paraba de cogerme. Yo solamente me apoyaba con mis antebrazos en la pared, lo miraba por encima de mi hombro, habría bien mis piernas y empinada todo lo que podía mi cola ofreciéndose la para que él hiciera lo que quisiera con ella. Mi pija todavía no estaba del todo dura pero sentía unas ganas de acabar terrible. El negro aceleró en sus movimientos, acercó su boca a mi espalda, y comenzó a mordisquearme. Ninguna de las dos aguantamos más, el negro volvió a inundar mi cola de leche y yo desparramaba la mía por la pared y el piso.Quedamos los dos rendidos y nos tendimos en la cama. No podía creer lo que habíamos hecho, lo que ese negro me había hecho. Me había metido en un mundo del que había soñado durante mucho tiempo. Teri, encendió un cigarrillo, y los dos nos quedamos mudos. El boca arriba mirando el techo, pasó su brazo ...