1. La tía Lilian (par.1) Maestra y hembra me enseñó a disfrutar


    Fecha: 13/12/2017, Categorías: Incesto Sexo con Maduras Autor: Lobo Feroz, Fuente: CuentoRelatos

    ... presionar para darle libertad de movimientos. Lloriquea, gime, se angustia, vuelve a llorar, suelta el respaldo, clava sus uñas en mis hombros, aprieta fuerte los labios vaginales presionando el miembro, endereza la espalda, tensa las nalgas, empuja hasta empalarse y da un ahogado gemido, mezcla de llanto y grito… El cuerpo en tensión, suspenso de movimientos, solo quejidos lastimeros, la vagina habla en latidos y contracciones, siento como una fábrica de sensaciones internas que aprisionan la verga, su corazón la te a mil, no respira, solo gime y me vuelve a comer la boca con desesperación. Un instante de pausa para no morir en el intento, y todo vuelve a tomar vida, el movimiento repetitivo de subir deslizarse con el miembro como guía rectora de su calentura, hasta que una nueva oleada de calor interior vuelve a incendiar sus sentidos. Los gemidos y aullidos guturales se repiten, la contracción en el sexo, los tendones ponen tensos y los músculos agarrotados somatizan el nuevo orgasmo, los temblores hablan de la intensidad del tsunami interno. Separa su cara sonríe sin sentido, me besa, agitado el pecho, respira forzada, otra vez la calma aparente y la risa. Rodeo su cintura con mis brazos, aprieto su cuerpo contra el mío, comienzo a moverme, la manos en sus nalgas, la elevo y contagio la inercia del vaivén previo, otro momento de la excitante cogida retoma el ritmo a toda marcha. Se vuelve a tensar, las manos crispadas, ríe, llora, grita, muerde y se ahoga. Todo a un ...
    ... mismo tiempo, el sexo otra vez en el trance de un nuevo orgasmo. La pausa, breve y nuevamente vamos en pos de un nuevo escalón en el placer de Lilian. Esta nueva búsqueda es distinta, más rudeza, mayor deslizamiento hasta sentir como el fondo de la vagina, la tensión llega con el orgasmo que la invade, los gemidos se ahogan en su garganta, se mira en mis ojos, acaricio su cara deformada por el gozoso orgasmo, se mete mi dedo pulgar en su boca mientras transita la agonía de este orgasmo. Temblando más que las veces anteriores, menos violento pero más tenso y agónico recorrió ese momento de tránsito de la muerte en la acción hacia la resurrección glorificada. El éxtasis se prolonga en el abrazo, húmedo beso y abrazo contenedor hasta reponer las fuerzas consumidas en la épica aventura de una fabulosa serie de orgasmos, siendo partícipe necesario y espectador privilegiado. Me levanté del sillón, sostenida en el abrazo, pegados en el sudor, enchufado en ella, deslizando su cuerpo hasta que sus pies se posaron en el suelo, un gemido ingrato dijo que mi verga abandonó su húmedo nido. Giró hasta apoyarse sobre el escritorio. Fui por detrás, acaricié y besé repetidamente sus nalgas, suspiros de goce esperaron la penetración de mi verga en su máxima erección, se deslizó toda sin dificultad, mi cuerpo inclinado sobre su espalda, las manos agarrotadas exprimiendo sus pechos. Sentía la penetración intensa, profunda. En un pequeño espejo sobre la pared del frente podía ver como magreaba sus ...
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