1. El juego del parchís


    Fecha: 16/12/2017, Categorías: Masturbación Sexo en Grupo Lesbianas Autor: aboixbcs, Fuente: xHamster

    ... comiéndome ese coño chorreante.Cuando llevaba haciéndolo unos diez minutos, en vista de que aquello ya no bastaba para hacerla llegar al clímax, decidí saltarme el guión.Agarré a la chica por las caderas, la volteé y me giré para invertir nuestras posiciones, por lo que quedé sobre ella cara a cara. Nos miramos un instante sin hablar; Laura tenía el rostro encendido, sus preciosos ojos me pedían que la follara y me lo reiteró abriendo las piernas cuanto pudo y empujando mi trasero con las manos en busca del contacto íntimo, que era justamente lo que yo deseaba. La penetré sin contemplaciones, con furia. Como ya he dicho, su coño era una catarata de líquidos sexuales, así que no parecía probable que le hiciera daño al meterle mi verga bruscamente. Aun así, cuando la sintió entrar tan de golpe se estremeció dejando escapar un quejido gutural y me miró entre asustada y sorprendida, lo que me enardeció más de lo que ya estaba. Entonces se agarró a mí como una lapa, con brazos y piernas y juntó su boca con la mía. Yo correspondí a su abrazo rodeándola también con mis brazos bajo su espalda, y a su beso comiéndole la boca y la lengua como si me fuera la vida en ello. El contacto de nuestros cuerpos era máximo, pues mi verga permanecía completamente alojada en su coño hasta tropezar con la matriz.Una vez acoplados, empecé a moverme lentamente, sacando la polla hasta la mitad y volviendo a meterla entera, pero después de unas cuantas acometidas aumenté la velocidad hasta el máximo. ...
    ... Mi polla era ya como un pistón subiendo y bajando a un ritmo enloquecido. Repentinamente, Laura tuvo un orgasmo, pero yo no me detuve, quería que tuviera al menos otro y seguí empujando todas mis fuerzas. Por suerte no tardó mucho en correrse de nuevo, pues yo ya estaba casi al límite de mi resistencia física. Laura quedó entre mis brazos, temblando de placer. Permanecimos un instante así, quietos y abrazados, y luego yo me incorporé sacando mi polla de su sexo y quedé arrodillado frente a ella. Entonces Laura se dio la vuelta hacia mí, acercó la cara a mi verga y, mirándome a los ojos, se la metió entera en la boca.En ese momento volví a tomar conciencia de que no estábamos solos. Giré la cabeza y vi a Andreu y a Mónica que nos observaban atónitos desde el sofá. Me concentré de nuevo en las atenciones que Laura le dedicaba a mi polla, que eran ciertamente exquisitas. Me la chupaba con ansia, la metía en su boca hasta casi atragantarse, luego la sacaba lentamente y la succionaba como si quisiera exprimirla. Una de las veces se la sacó de la boca y me dijo:-Dame tu leche, Alex, quiero que me llenes la boca de semen y bebérmelo todo hasta dejarte seco.Y eso hizo exactamente. Yo estaba a punto de venirme y con sus palabras no hizo falta mucho más. Volvió a tragársela y a succionarla con toda su alma, y en pocos instantes me derramé completamente en su boquita. Ella, al notarlo, siguió chupando aún más deprisa sin parar de succionar hasta la última gota. Cuando terminó su trabajo ...