1. El juego del parchís


    Fecha: 16/12/2017, Categorías: Masturbación Sexo en Grupo Lesbianas Autor: aboixbcs, Fuente: xHamster

    ... intercambio de parejas, y al no atreverse a proponerlo directamente pensaron en crear una situación propicia con la excusa del parchís y las prendas, para ver si Mónica y yo entrábamos en el juego. Sea como fuere, me alegré de la feliz idea que habían tenido nuestros amigos, sobre todo ante la perspectiva de disfrutar del apetecible cuerpo de Laura, por orden expresa de su novio. Se me hacía la boca agua de pensarlo, y ella me miraba con cara de gata en celo.Andreu concretó el mandato diciendo que debía cumplirlo tumbado boca arriba en la alfombra y con su chica arrodillada sobre mi cara y mirando en sentido contrario a mi cuerpo. Laura trajo un edredón grande y lo extendió sobre la alfombra, luego nos situamos en la posición indicada y, sujetándola por la cintura, comencé a comerme la depilada entrepierna de Laurita, que no podía estar más húmeda. El aroma a hembra caliente que emanaba me trastornó los sentidos. Su rajita destilaba líquidos en abundancia, y yo los saboreaba con gran deleite. Sin prisa pero sin pausa fui pasándole los labios y la lengua por todas partes.Le recorría lentamente el pubis, las ingles, los labios de la vagina, que ya estaban hinchados por la excitación, el clítoris, la raja del coño, metiendo mi lengua tan profundamente como podía, y de vez en cuando dirigía mis chupadas a su agujerito posterior, llenándoselo bien de saliva y de sus propios flujos, lo que sin duda le encantaba, a juzgar por sus espasmos y gemidos de placer. Yo estaba loco de ...
    ... excitación. Deseaba a esa mujer con todas mis fuerzas, quería tumbarla allí mismo sin esperar más y follármela como un a****l salvaje hasta reventar, pero había que acatar las reglas y dejar que el juego transcurriera según lo convenido. Después de un buen rato devorando a placer el coño y el culo de Laura, me dediqué a estimular su clítoris con lengüetazos rápidos e intensos. Eso fue demasiado para ella, pues a los pocos segundos empezó a gemir más fuerte y a agitarse, hasta que le sobrevino un orgasmo tremendo que la dejó exhausta y a mí con la cara inundada de su néctar, desde la nariz hasta la barbilla, y una calentura insoportable. Pero se suponía que estaba cumpliendo un castigo, de modo que, resignado, salí de entre las piernas de Laura que me miraba con agradecimiento por el placer que acababa de darle, me incorporé y regresé a mi sitio.A continuación tuve una jugada de suerte. Primero le comí una ficha a mi novia, pero fue con un seis, y al volver a tirar le comí otra a Laura. Se me ocurrió ponerles un mandato que sólo de imaginarlo me ponía a cien, pero no creía que ellas aceptaran. Aun y así, teniendo en cuenta cómo estaban las cosas, decidí probar suerte, ya que no tenía nada que perder intentándolo. Dirigiéndome a Mónica, dije:-Quiero que le hagas una mamada a Andreu mientras Laura te come el coño a ti. Terminaréis cuando uno de los dos llegue al orgasmo.Estaba convencido de que se negarían a cumplir ese mandato, y ya empezaba a pensar en otro menos osado cuando Laura ...
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