1. Me tiré a mi amiga culona


    Fecha: 16/12/2017, Categorías: Hetero Autor: Aldebaran, Fuente: CuentoRelatos

    Desde siempre me han gustado las mujeres 90-60-90. Si bien es cierto que también me atraen las mujeres con curvas y un culete un poco mas grande, nunca me había sentido atraído por un culo demasiado gordo, ni tampoco piernas grandes. Solo que sin saberlo, eso estaba a punto de cambiar. A mi trabajo llegaron varias personas nuevas. Una de ellas era Liliana, una chica muy guapa, pero que tenía un cierto problema de peso. Caderas anchas y un culo y piernas muy grandes para mi gusto. Aun así es una chica muy simpática y pronto hicimos buenas migas. Los días pasaron y seguimos hablando. Yo la enseñaba todo lo que iba a ser su trabajo y ella ponía mucha atención. Alguna vez miraba su cara y es cierto, que es guapa como os dije, pero no me atraía físicamente. Solía vestir con vaqueros. Vaqueros anchos eso si, para cubrir sus piernas y culo. Nunca la miré en plan sexual, ya que como os dije, no me atraen este tipo de mujeres. Un día estaba en la cafetería tomando algo, y se encontraba con el culo puesto en pompa en la barra. Me quedé parado un momento, mirando a su culo y pensando como debería ser sin esos vaqueros y sin bragas. Dio un giro de sus caderas y se cambió de postura. En ese momento noté algo en la punta de mi pene. Pero ¿qué me pasa? Si no me gusta físicamente. Es verdad que Liliana es guapa y eso. Está bien de cintura para arriba, pero de cintura para abajo, no sé, no me atrae. Pobrecilla, en el fondo me daba pena de que los hombres pudieran pasar de ella por su culo ...
    ... y sus piernas grandes. Una mujer es algo más que eso. Pero que digo, si yo paso de ella igual. Es guapa y simpática, pero físicamente de cintura para abajo... Mi pene me volvió a dar un calambre. ¿Qué estaba pasando? Mi mente pensaba una cosa y mi pene otra. Decidí acercarme y darle conversación. -Hola Liliana ¿qué tal? -Bien, gracias. Aquí, reponiendo fuerzas. -Me alegro. Yo también comeré algo. Su sonrisa es muy bonita. Lleva el pelo recogido, pero aun así, es muy guapa. Me pedí un bocadillo de atún y lechuga y comimos juntos. Volvíamos al trabajo y al dejar la bandeja, me tropecé y acabe chocando con su culo. Vaya por dios. Le pedí perdón, pero ella no se molestó. Durante un segundo, mi pene lo había tocado, y la verdad, no estaba tan mal. Pasó el resto de la tarde y no me volví a acordar de lo ocurrido. Salimos del trabajo y nos despedimos. Sin saberlo, ella vivía cerca de mi. Estaba todo sudado, pese al aire acondicionado y decidí darme una buena ducha. Debajo del agua, no sé porqué me vino a la cabeza, imaginar que estaba desnuda en la ducha, no conmigo, en su casa, en su propia ducha. De cintura para arriba si la veía. Su cuerpo era delgado y sus tetas bonitas. Pero en cambio de cintura para abajo, no podía verla. Solo veía un borrón en mi cabeza, donde estarían su culo y sus piernas. Para entonces mi polla estaba erecta. El agua caía sobre ella y me excitaba aun mas. Unas gotas de semen salían de mi glande, y tan rápido como salían, el agua se las llevaba. Entonces ...
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