1. Todo puede suceder


    Fecha: 16/12/2017, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... cigarros, y no me escuchó cuando le hablé, así que salí tras ella para decirle. Cuando ella pasó junto a la tienda del señor el salió, y caminó junto a ella, yo los seguí para darles sus cigarros, estaban a punto de verme cuando me pareció ver que el señor la abrazaba por la cintura con una mano y le acariciaba una nalga. Deseché la idea de mi cabeza, pensando que era absurdo, sin embargo, los seguí. Cuando llegaron al coche, el señor le dijo, flaca, ven, ayúdame a buscarlos, ella, que se había puesto un short, se metió en el coche, y el se quedó parado en la puerta, con la puerta abierta. Cuando ella estaba agachada viendo abajo del asiento, el la jaló de la cintura, pegándose contra sus nalgas, le dijo, flaca, que sabrosa estas, y le ordenó que se quitara el short. Yo estaba estupefacto, pero parecía que esa no era la primera vez, ya que ella no protestaba y obedecía a la primera orden, se lo quitó, y le acarició el trasero por encima del traje. De repente, el señor enloqueció, la jaloneaba bruscamente y le rasgaba el traje de baño, que se le metía entre las nalgas lastimándole su colita, se sacó el pene del short y sin quitarle el traje intentó penetrarla, solamente arrimó el traje de baño y la penetró violentamente, ella se agarró del marco de la puerta, llorando y gimiendo, pidiéndole que se ...
    ... detuviera, pero él no lo haría, le dijo, tu tienes la culpa por provocarme con ese trajecito de prostituta, y se la metía cada vez más hondo. Solo fueron necesarios un par de minutos para que se viniera dentro de ella. La apretó y sin más se la sacó y la dejó ahí, llorando. Cuando regresaba a la tienda con los demás pasó cerca de mí, pero no me vio, y entonces me acerqué al coche. Cuando llegué ella lloraba y fingiendo no saber nada pregunté que pasaba, me dijo que nada, y me pidió la acompañara de regreso. Se detuvo frente al baño, y me dijo que quería nadar, yo sabía que quería enjuagarse el semen de su propio padre, pero decidí apoyarla sin decir nada, nos metimos al agua, y al poco rato, los dos reíamos, aunque se veía alterada. Nos besamos, ya que yo sabía que estaba vulnerable, y ella reaccionó pidiéndome enseguida que le hiciera el amor, que lo necesitaba, y pues no podía negarme, así que dentro de la alberca me la cogí una y otra vez, su vagina se sentía bastante abierta por la cogida que su padre le diera, pero también se la metí por su colita, que estaba apretadísima. Desde ese día que su padre la violó, salimos mas frecuentemente, le confesé que había visto como su padre se la cogía, y que no la rechazaría por eso. Así que eso la ha ayudado a olvidar, aunque no estoy seguro de que eso sea lo que quiere. 
«12»