1. Sofía y David un encuentro casual


    Fecha: 17/12/2017, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Aldebaran, Fuente: CuentoRelatos

    ... pasión en sus besos, en su forma de abrazarme, de tocarme, sabía que era mía. La haría mía una vez más. Sofía se quitó el sujetador y yo me quite el traje, quedándome en calzoncillos. Le chupé las tetas con ardor y al momento yo ya estaba duro. Entonces se me ocurrió una maldad. Cogí mi pene erecto y lo puse entre sus pechos comenzando a masturbarme. Sofía me miró picara y apretó sus tetas mientras yo movía mi polla arriba y abajo con ardor. Después de unos minutos yo eché la cabeza hacia atrás, me moría de gusto y llegaba al orgasmo. No puede evitarlo y terminé corriéndome en la cara de Sofía. Ella no se lo esperaba y ladeó un poco la cabeza sorprendida. Me miró con su carita de niña buena y me dijo: Eres un cochinote, me has puesto perdida. -Lo siento, me dejé llevar por la pasión y no puede apuntar hacia otro lado. -No pasa nada, pero es la primera vez que se corren en mi cara, dijo cogiendo un clínex de la mesilla y limpiándose la cara. -¿Seguro? Me esperaba que hubieras echo cosas peores, le dije. -Tú me has pervertido, guarrote. -Sí, claro ¿y lo de hacerlo en las duchas? ¿Quién pervirtió a quién? ¿Eehhh? -Me has descubierto, jejeje. Me levanté y cogiendo otro clínex yo también limpie a fondo todo mi pene. -Bueno después de esto. ¿Quieres comer algo? Me preguntó. -Claro. -Llamaré al servicio de habitaciones y tomaremos algo. Luego podremos cenar también. -¿Cenaremos aquí? -Sí, estoy viviendo en el hotel mientras arreglan mi piso. -Me tomé una cerveza y ella un zumo de ...
    ... manzana, ya os dije que ella no bebía alcohol. Después unos sándwiches que estaban de muerte. Este hotel era uno de los mejores de la ciudad. Pasó un rato y entonces me dijo: -¿Te sientes con fuerza para otro asalto? -Claro, respondí, después de este aperitivo podemos seguir donde lo dejamos. Ella seguía en ropa interior, se había puesto el sujetador y yo los slips, así que no nos costó retomar el sexo. Le quité las braguetas y me sumergí entre sus piernas, comiendo su chochito y haciéndola gemir. -Aaaaah David, metemela yaaa, me pedía. Yo quería retrasarlo un poco pero ella me apretó con sus muslos para que la penetrase. Ella me dejó un condón y al poco estaba dentro de ella bombeando. Lo estábamos haciendo en la postura del misionero, pero aun así resultaba muy excitante. Sofía se acoplaba perfectamente a mis movimientos y el cabecero de la cama temblaba con nosotros en cada embestida. Plof, plof, plof, retumbaba el colchón. -Siiiii, aaaah, me gusta muchooooo, me das mucho placeeeeer, sigue así mi pequeñoooo, me susurraba al oído. Yo seguía empujando y gozando y entonces me corrí con un gemido largo. Aaaaaaaaaah, me voyyyyyy, me corrooooooo. Cuando terminé de eyacular y mi respiración se estabilizo iba a salir de Sofía, pero ella me apretó con sus muslos y no me dejó salir. -No David, ahora eres mío y no te dejaré escapar. Sonrió y me besó en la boca. Te deseo, te quiero dentro de mí. -Ya estoy dentro, jeje. No me dejas otra opción que hacerte mía una vez más. -¿Dónde ibas a ...