1. "Memorias de Denisse".


    Fecha: 22/12/2017, Categorías: Sexo Duro Autor: lujuria69, Fuente: xHamster

    Qué tal, mi nombre es Denisse, me ha costado trabajo decidir si plasmar estas líneas en papel o solo conservarlas en mi mente, y más aún compartir este secreto que me quema la sangre, ya que a nadie se lo he contado. Llegué a esta página gracias a mi marido, y lo agradezco, porque así me estoy desahogando y haciendo público este silencio. Él quería subir algunas fotos que tengo porque según él le excita mostrarme... ¡y a mí también! Soy una mujer como todas, que le gusta sentirse alagada, asediada, que los hombres suspiren al vernos pasar, ¡me encanta el sexo! Y aunque mi vida sexual con mi marido ha sido grata, sin ser extravagante, siempre se enciende algo muy dentro de mí, como una chispa que me hace volar la imaginación. Bueno... resulta que en el trabajo hay más hombres que mujeres y pues eso nos da la ventaja de hacer y pedir lo que nos plazca. Si requiero que vayan a traer comida, solo digo "Ay, ya es muy tarde y no traje nada de comer”... y listo, algún caballero me compra algo. Si tengo carga de trabajo digo: “hoy me quedaré más tarde para terminar”... ¡y listo! ¡alguien me ayuda! (No solo yo hago así, mis demás compañeras igual, creo que yo aprendí de ellas). Como les decía, al haber más hombres, me asedian y hay uno en especial que me pretende, me acosa más... y es sobre eso de lo que estoy hablando. Siempre está pendiente de mí, me observa, se me queda viendo mis pechos, mis piernas, mis nalgas, lo he descubierto, pero él no se incomoda, al contrario, me lanza ...
    ... unas miradas picaras. Cuando estoy en el ordenador, me observa mis senos a través de la blusa, roza a propósito mis piernas, se acerca por detrás y me toma de la cintura, me dice piropos como “qué bien te ves hoy”... “ese pantalón ajustado te resalta tus nalgas”... “Mmmmm... quiero” ... y yo ya acepté, porque nunca le detuve o le dije algo para que dejara de hacerlo. Por el contrario, me arqueo y coloco mi culo para rozarlo y le digo: “Ay mi vida, gracias, qué lindo”. A veces me inclino por encima de mi escritorio para ver mi correo y paro mi trasero para que lo vea, y de reojo veo que se toca su pene sobre el pantalón. Así ha sido el juego hasta que un día, directamente, me dijo: "¡vamos a un hotel!, ¡vamos a hacer cositas, te va a gustar! Ese día acepté. ¡Sí! ¡Caí en sus redes! Ya no pude más, ese encanto que tiene su sonrisa pícara, su mirada que es lujuriosa a la vez que tierna, esos brazos fuertes que tiene y ese cuerpo que se nota que lo trabaja en el gimnasio, ese porte al usar traje... Mmmm... La verdad que si caí redondita, me dejé llevar. Ese día, 13 de febrero de 2015, no se me olvidará. Era viernes y nos dejaron salir temprano para festejar el día del amor y la amistad. ¡Y vaya que me fui a festejar! Nos fuimos en su coche a un hotel el cual ya lo tenía reservado y todo planeado el muy cabrón. Mientras íbamos para allá, pensaba si estaba haciendo mal, engañando a mi marido, pero esa fuerza que salía y hacía latir mi corazón tan rápido no me dejaba, y más cuando a ...
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