1. De la piscina al cielo


    Fecha: 11/09/2017, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... algunas ya la he probado. Y realmente es una proposición que me gusta... ¡ay Dios como me gusta! Y lo que más me excita es que como me la está proponiendo, sus palabras y su forma de gritármelas como si de ello dependiera su vida. Estas palabras en concreto son: "¡¡¡Vamos, quiero que me folles por el culo, quiero que folles todos mis agujeros!!!". Me lo repite una y otra vez, y a cada una con un tono de desesperación creciente. Como he dicho no hace mucho, estas cosas no hace falta que me las repitan dos veces, así que me dispongo a abrirle el culo. Antes de poder meterle la polla he de hacer un pequeño tratamiento de apertura inicial de su culo con mis dedos, porque lo más complicado de esta postura es conseguir meterla, ya que una vez dentro es como un coño más. Así, al igual que hice cuando estuve trabajándome su chochito antes de follarlo, poco a poco voy introduciendo dedos por su agujero trasero. Una vez que consigo que se muestre un poco más receptivo me dispongo a utilizar la polla. Coloco la punta del capullo justo en la entrada del agujero, y con no poco esfuerzo comienza a ir entrando, cada vez un poco más, y cada vez más fácil. Ahora ya he conseguido meterla toda, su culo ya ha adoptado el tamaño necesario para acoger mi miembro. Ya sólo queda follármelo igual que lo haría con su coño. Arremeto contra él con fuertes embestidas, metiendo una y otra vez mi polla, e igual que cuando me follaba su coño desde atrás, llega un momento en que a ella le parece poco la ...
    ... intensidad de mis movimientos y colabora moviéndose también. Ambos estamos llegando a un nivel de excitación que terminará culminando en breve, o al menos yo. Yo ya no puedo reprimir exclamaciones del tipo "¡¡¡vamos guarra, córrete!!!" o del tipo "¿te gusta? ¿te gusta como te estoy follando?". Sé que a ella le excitan mis palabras; desde luego a mí me excitan mogollón sus gemidos y exclamaciones de placer. Definitivamente ella está a punto de correrse, y me pide por favor que me corra al mismo tiempo. Yo sigo taladrando su agujero, mientras que ella se está masturbando el clítoris con varios dedos. Sus exclamaciones son ya del tipo "¡¡¡me corro!!! ¡oh Dios! ¡me corro!". Yo ya estoy a punto de correrme también y se lo hago saber. Mis arremetidas contra su culo son ya de una intensidad insuperable. Ella ya se ha corrido y yo presiento que a mí me quedan pocos segundos para correrme también. Igual que con el tema de follar por el culo, nunca me he atrevido a pedirle a una chica que deje que me corra en su boca, y esto sí que nunca lo he hecho, pero el nivel de excitación que tengo en este momento es tan salvaje que casi de forma involuntaria le hago saber que me gustaría hacerlo. Ahora ya sí que me corro... ella me ha dicho que ¡contaba con ello!, que le encanta que los tíos la bañen con su leche. Sólo el escuchar esas palabras hacen que llegue al orgasmo ahora sí de una forma imparable, así que rápidamente saco la polla del culo para ofrecérsela. Ella se da la vuelta y se pone de ...
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