1. Ejerciendo como el hombre de la casa


    Fecha: 13/03/2021, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Adagio, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... nuevamente aaaaaayyyyyyyyy… Su gemido y el ruido metálico de la cama me hizo pensar cuando escuchaba a mi madre teniendo sexo con papá y que a mi tanto me excitaba, pero ahora quien estaba arriba, montándola, entre sus piernas, era yo.
    Mamá me recriminó mi exceso de fuerza viril acercando su boca a mi oído y con voz suave me comentó, “no me des tan fuerte”… Y continuamos los dos dando placer el uno al otro. Disfrutando el momento. 
    Fue en una de estas cuando me incorporé apoyados en mis brazos, y nuestras miradas se volvieron a cruzar en la casi oscuridad absoluta de la noche. Paré un instante. Mamá aprovechó y puso sus manos en mis antebrazos para apoyarse en sus movimientos de pelvis, y de inmediato volví a penetrarla que lo recibió cerrando sus ojos y gimiendo aaaaaaahhhhhhh. 
    Los dos callábamos y el silencio de la noche sólo lo rompía el rechinar de la cama al son de mis empujes, los leves gemidos de mi madre cuando me sentía y el respirar profundo mío. Respirábamos hondo los dos. Un carraspeo de ella… y seguí dándole… Gemí y mamá me apretó aún más la nuca. 
    Entonces comencé a dar embestidas más fuertes y profundas a mamá, que intuyó que pronto me iba a correr y empezó a mover más su pelvis hacia arriba a compás mío. El ruido cada vez mayor de la cama delataba mi movimiento de mete y saca. Sentía a mamá muy mojada lo que hacía aumentar mi ego. Mi hombría. 
    El placer que sentía era cada vez mayor y el roce con las paredes de la vagina de mamá era ya incontrolable. ...
    ... Sentí que en breve me subía la leche. Mamá como buena mujer lo intuyó; “córrete dentro. No hay riesgo” me dijo… Esto ya fue el culmen, lo máximo para mí… y cruzando mi mirada con la suya… cerré mis ojos y gemí profundamente aaahhhhhhhhhhh  en el justo momento que comencé a expulsar mi semen en las entrañas de mi madre…. 
    Terminé extasiado encima de ella. Nuestros pechos subiendo y bajando delataban el esfuerzo realizado. Mamá seguía con sus manos acariciando mi cabeza. De mientras mi polla perdía fuerza en su interior. 
    Cuando por fin pude recuperarme y salir de mamá, me bajé de ella y me puse a su lado. Ambos callábamos. ¿Qué significaría ese silencio? Temí entonces. Se me pasaron por la mente muchas cosas... pero ya estaba hecho. Fue mamá quien rompió el silencio  “ve al baño a limpiarte y tráeme papel” Es lo que hice. Me levanté y fui al baño, recordando cuando mi padre pasaba delante de mi cama. Me limpie mi pene aún con restos de mi semen y fluidos de mamá. 
    Caminé de vuelta a la cama y le di a mamá un buen trozo de papel. Ella lo cogió y de inmediato como si tuviera prisa, se lo llevó a su raja y se limpió por varias veces el semen que aún le rezumaba.  Cuando terminó y después de dejar el papel en su mesita de noche, se vino hacia mí y volvió a poner una de sus piernas encima de mí y su cabeza en mi pecho. Yo pasé mi brazo por su cintura y la abracé. 
    Pasados un par de minutos, mamá levantó su cabeza y mirándome me dijo; “esto no lo puede saber nadie. Sólo tuyo y yo” ...