1. PATY MI PRIMA Y NUESTRO DULCE DESPERTAR AL SEXO...


    Fecha: 27/12/2017, Categorías: Incesto Autor: LOVERBKS, Fuente: SexoSinTabues

    DE COMO UNA NOCHE DE SEMANA SANTA CONOCI LAS MARAVILLAS DEL SEXO JUNTO A MI PRIMA PATY Mi tío Carlos y su familia nos visitaban durante las vacaciones; llegaban a casa al día siguiente de iniciar el periodo vacacional, y se marchaban a casa un día antes del reinicio de clases. Mis hermanos y yo esperábamos con ansia su llegada, dado que eran víspera de diversas aventuras; nos íbamos a la playa a pescar o a nadar, a la finca que teníamos no muy lejos de la ciudad, o simplemente a vagar por el campo, a “explorar”, como le decíamos a esa actividad. Mi tío tenía tres hijos: Lorena de 16 años, Carlos de 14 y Paty de 11. Nosotros éramos tres, yo el mayor con 12 años. Hacíamos un buen grupo para las aventuras al aire libre, tan comunes en aquellos tiempos donde no existía el internet ni la televisión por cable. Por las noches, como éramos muchos, dormíamos en la alfombra de la sala de mi casa; movíamos los muebles hacia los lados y quedaba un gran espacio donde todos tendíamos nuestras mantas y almohadas. Mis tíos ocupaban nuestra recámara. Los primos más grandes dormían uno en cada sillón de la sala; los pequeños lo hacíamos en el suelo. El centro de este relato es Paty, mi prima de 11 años. Al no tener nosotros hermana, ella constituía nuestra oportunidad de convivir con el sexo opuesto en otro ambiente que no fuera la escuela, y ella a su vez también disfrutaba del trato con sus primos hombres y de una edad afín a la suya. Además, Paty era una niña muy bonita, y a nuestra edad ya ...
    ... nos dábamos cuenta de eso. Era una preciosa niña de piel apiñonada, grandes ojos cafés, nariz respingadita, una boca de tamaño normal, pero bien dibujadita en su rostro, que era algo que a mi en lo personal me gustaba mucho de ella. Su cabello castaño claro quebrado caía armoniosamente sobre sus hombros. Era un poco más grande que las niñas de su edad y un poco prematura también en su desarrollo; altita, como de metro y medio y llenita, pero muy bien formada; su exceso de peso lo tenía muy bien distribuido, y era eso precisamente lo que la hacia parecer de más edad. Un vestido verde que usaba esas vacaciones hacía ver con claridad las formas de su cuerpo, diferente al de las vacaciones anteriores: tenía un talle plano y unas bien formadas caderas, pero sobre todo, un trasero grande y bien paradito, del cual nacían unas piernas muy bien formadas regordetitas, aunque sin exagerar. En su pecho se levantaban dos bubis muy bonitas, que se formaban no por su desarrollo, sino por su tendencia a subir de peso, sin embargo, al igual que sus demás atributos, se veían muy bien; más aún que no usaba corpiño, y en muchos descuidos cuando jugábamos las mostraba al agacharse. A mi edad ya mi fijaba en esas cosas, y no podía pasar desapercibido para mí. Me provocaba erecciones y un secreto placer, así que buscaba propiciar esas situaciones de mil formas al estar con ella. Una noche, después de una tarde de juegos y “exploración” y de habernos pasados horas en una fogata asando malvaviscos y ...
«1234...8»