1. Pueblo chico... Infierno grande III


    Fecha: 29/12/2017, Categorías: No Consentido Primera Vez Autor: Afroditha33, Fuente: CuentoRelatos

    ... haga daño! —Daño?? No seas estúpida yo te voy a hacer gozar, vas a ver lo que es tener un macho entre las piernas, claro si te portas bien, si no solo tú vas a sufrir Me quede como congelada, inmóvil, casi resignada, ya lo había visto actuar antes y sabía que oponer resistencia no sería lo más inteligente de mi parte, recordé a mi madre, a Amalia incluso a la Sra. Isabel, todas ellas habían pasado por esto y quien sabe cuántas más, cuando de pronto sentí su bigote rozando mi monte y su lengua entre los labios de mi coño, la verdad el viejo sabía lo que hacía, a pesar de todo estaba siendo gentil, muy distinto a todo lo que había visto, pero no le iba conceder el gusto de mi aceptación total. Luego de juguetear hasta que se cansó con mi coño al parecer su verga ya estaba lista para una nueva batalla se recostó sobre su espalda y me hizo poner de pie. —A ver mi reina… pon una pierna a cada lado de mí y siéntate sobre este machote, déjate caer – yo hice caso como una autómata, inexpresiva y resignada, me concentré en el rifle que tenía al alcance de su mano. —Vamos date prisa! Que estoy que ardo por sentir tus ancas apretándome al igual que ese coñito sin usar - Poco a poco fui bajando sobre él, mientras el jugueteaba con una mano en mi clítoris, y con la otra mantenía ese enorme falo en posición apuntando a la entrada de mi sexo aun virgen, Nunca lo vi tan grande, tan tieso, tan hinchado como si sus venas fueran a explotar. – Estoy perdiendo la paciencia pendeja, móntate ya, ...
    ... trágate toda mi verga con ese coño, que ya está chorreando, eres ten puta como tu madre, pero con un mejor cuerpo, si hasta pareces una niña de esas de la ciudad!!, eso así mi reina, la espera valió la pena! Pero que concha tan apretada eso trágatela, trágatela toda. Poco a poco sentía como el glande se iba introduciendo en mi cuevita, hasta tener la mitad dentro, sentía centímetro a centímetro como se habría paso en mi húmeda carne, me ardía la concha, al igual q las lágrimas que comenzaron a brotarme, ¿Por qué este viejo maldito?, ¿porque no era Gabriel? Yo me estaba guardando para él, ¿y si imaginaba que era el quien me estaba convirtiendo en mujer?? —¿Qué tanto piensas mocosa?, ¡apúrate y monta esta verga como la puta que sé que eres! -. Dijo con los ojos desorbitados de lascivia. Me tomó de la cadera y de un jalón me introdujo su gran verga en mi coño, a pesar de estar mojada el dolor me hizo chillar y gritar. Sentí algo desgarrarse dentro de mí, el movía mis caderas a su antojo como simulando una montada mientras decía frases obscenas q yo ya ni escuchaba, era como si mi mente se hubiese desconectado de mi cuerpo, observaba todo desde un segundo plano, me volteo y puso en cuatro patas, me follo vaginal y analmente por mucho tiempo, no sé cuánto, acabó más de una vez en cada uno de mis agujeros, fui su juguete hasta que se hartó, luego al igual como lo hizo aquella vez con mi madre, me dejó tirada como un pañuelo descartable usado y se largó no sin antes humillarme y ...