1. Familia sin tabúes (7) Alfredo el monitor del Gim (I)


    Fecha: 02/01/2018, Categorías: Gays Fantasías Eróticas Autor: ZLAZKO-KAI, Fuente: CuentoRelatos

    ... Jajaja... ¡Como vas Pablo!... Llevas el paquete que te va a reventar colega... la polla la tienes empalmada, joder... mirate la bragueta tío, así no puedes entrar al gimnasio. - - Me da igual Luis... haber si de una puta vez, me baja el chandal y me pega una mamada en el cipote... jajaja. - Cuando entramos al gim no había nadie, solo estaba Alfredo esperando a Luis como le había prometido, para hacer los ejercicios, y trabajar bien los abdominales y los biceps. - ¿Que pasa tíos, como estaís?... ¿Tú también quieres hacer las pesas, Pablo? - - No Alfredo, voy a hacer un poco de abductores en la máquina... por mí no te preocupes, si me apetece después me uno a vosotros. - - Ok chaval... pues vamos al lío Luis, y tumbate en el banco de palancas, haber como están esos musculitos. - Luis se tumbó en el banco como le dijo el monitor, y yo me puse en frente, a un metro escaso de él, en la máquima de abductores. Los dos nos habíamos puesto el pantalón corto de deporte, con el que jugabamos al fútbol de vez en cuando, y una camiseta pegada al cuerpo de tirantas. Alfredo llevaba una camiseta muy parecida a la nuestra, que le marcaba todos los musculos del pecho y la espalda, y el pantalón del chandal blanco, super pegado a la piel. Desde donde yo estaba, veía perfectamente las piernas espatarradas de Luis, totalmente abiertas a cada lado del banco, y un considerable bulto entre ellas que iba creciendo notablemente. Alfredo, se iba momiendo alrededor de él mirando como trabajaban sus ...
    ... musculos... le presionaba el abdomen, le apretaba las piernas, le tocaba los biceps cuando bajaba las pesas, y se situaba detrás de Luis, con las piernas entre su cabeza para comprimir con fuerza sus hombros. De esta manera, mi mejor amigo tenía una vista extraordinaría y privilegiada, de su paquete y de su marcado culazo. Por eso el cipote de Luis se iba animando dentro de la bragueta, ya lo tenía medio empalmado y morcillón, y conociendo a Luis como lo conozco, seguro que ya estaba fantaseando con la polla de Alfredo. Alfredo que no es tonto y que se la sabe todas, le miraba el paquete a Luis que engordaba por momentos, y luego me miraba a mí a los ojos, como adivinando lo que ocurriría a continuación. Yo pasé de hacer ejercicios en la máquina, a manosearme la entre pierna descaradamente con la mano, sobándome el cipote, magreándome el paquete, y confirmándole sin hablar lo que él ya intuía. Alfredo no se lo pensó, y se inclinó sobre la cara de Luis, poniéndole encima toda la entre pierna, restregando suavemente su culo y su gran fardo por todo su rostro. Ya había comenzado por fín lo que yo quería, lo que tanto deseaba... así que no perdí un solo segundo en ir hasta Luis, colocarme de rodillas, y ponerle mi boca encima de la polla, apresada todavía por la tela del pantalón. Se la relamí por lo alto de la tela, mojándosela de babosa saliva, hasta que noté que le iba a explotar la inchada vena de la polla, mientras miraba cachondo perdido, como a Afredo se le marcaba la dura ...
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