1. Entrega total (capítulo 4)


    Fecha: 03/01/2018, Categorías: Dominación BDSM Autor: cleversex, Fuente: CuentoRelatos

    ... —Buena chica, —dijo acariciándola la mejilla al tiempo que ella le besaba la palma de la mano. La acababan de dar por el culo, y Marta era extremadamente feliz. Se sentía perfectamente realizada siendo usada por Paco a su antojo, un perfecto desconocido un par de semanas antes. Es lo que siempre había deseado: un hombre que la condujera y la guiase, y que la castigase y la maltratase, y que la follase sin piedad. Después de cuatro semanas, Paco estaba aprendiendo sobre la marcha y se había convertido en un tío sistemático, pero cómo ya he dicho, cuidadoso. Ya no la había vuelto a marcar la cara, ni ninguna zona visible del cuerpo. Aunque seguía dándola bofetadas, se había dado cuenta de que a ella la gustaban mucho, no se ensañaba: se controlaba. Seguía con los azotes en el trasero porque a pesar de que siempre se la ponía muy rojo, nunca se le amorataba, salvo algún que otro cardenal. Con el látigo y la vara se cortaba más porque con ellos si la dejaba marcas, y eso le impedía poder sacarla a exhibirla ligera de ropa: le gustaba salir a pasear, vestirla previamente con un atuendo apropiado y que la gente volviera la cabeza para admirarla. Y es que en estás casi cuatro semanas Marta casi se había convertido en un pibón. Ya casi estaba en el peso estipulado en el contrato, entre 45 y 47 kilos, igual que el tono de su piel, que aunque todavía no estaba como un tizón, iba camino de ello. La primera noche que la sacó, la puso una minifalda muy corta y un top también muy corto. ...
    ... Para los pies eligió unas sandalias con diez centímetros de tacón. Bajo la falda la puso un tanga muy escueto, y desechó el sujetador. Todo de reciente adquisición. Todavía estaban a mediados de mayo y para que no cogiera frío la puso una rebequita de lana muy fina. Fueron a cenar a un restaurante de moda que frecuentaban compañeros de trabajo y clientes. Marta causó sensación. Su amo la había ordenado que fuera abierta y simpática con la gente, y lo hizo. Después fueron todos juntos a una discoteca y siguió triunfando. Cuando la preguntaban por el tipo de relación que tenían Paco y ella, respondía que era su novia, como la había ordenado su señor. Desde qué la dio por el culo, Marta se había aficionado a tener algo metido en él. Indudablemente, cuando más disfrutaba es cuando la gruesa y poderosa polla de su amo se abría paso por el interior del ano expandiéndolo dolorosamente. Esa era la cuestión: el dolor, y la certeza de que estaba proporcionando placer a su amo. El ser usada por él. Los fines de semana, cuando salían como una pareja normal y corriente por el centro de Madrid, para cenar, tomar una copa o bailar en algún garito de moda, Marta, por deseo de su amo, salía ligera de ropa y con un bonito plug metido en el culo. A él le gustaba pasar la mano por el trasero de Marta y notar su presencia. Incluso en ocasiona lo movía con el dedo y a ella se le aflojaban las piernas. Los primeros días pasaba una vergüenza terrible, pero luego se habituó y además ella misma ponía de ...