1. Trío en una noche tormentosa


    Fecha: 12/09/2017, Categorías: Sexo en Grupo Sexo Duro Sexo con Maduras Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... verga de Santiago pronto se puso bien erecta, mientras mi mujercita demostraba su tremenda habilidad oral, mamando y profiriendo leves gemidos, los cuales me provocaban a mí también una erección…Ana se irguió estirando las piernas y, sin sacar esa verga de su boca, hizo poner de pie a nuestro invitado, hasta que ella quedó de rodillas y él parado. Tomó mi mano y me hizo sentar donde había estado Santiago.A él le colocó un condón. Luego se hincó sobre mí, dejando sus labios vaginales expuestos para que los penetrara Santiago desde atrás.Por suerte para ella, él la penetró muy despacio, consciente del tamaño de su enorme pija…Anita comenzó a chuparme la verga a mí, mientras yo no podía dejar de mirar a ese semental que penetraba a mi delicada mujercita con certeza y tanta eficacia. Tan bien lo hacía, que pronto ella gimió dejó temblar todo su cuerpo, teniendo su primer orgasmo.Cuando dejó de temblar, Ana se enderezó y me empujó por mi nuca hacia su clítoris; quedando mis labios a milímetros de esa portentosa pija que bombeaba y no se detenía. Varias veces mi lengua y esa verga se tocaron, pero estábamos sumidos los tres en un frenesí imposible de detener.Pronto Anita volvió a acabar. Sentí ese mar de placer correr por mi lengua, inundando mi boca, mientras el chico aferraba a mi esposa por las caderas y ahora la bombeaba con mucha más potencia. Ella jadeaba y se debatía, sintiendo solamente placer.De repente Ana se enderezó e hizo sentar a Santiago en el sofá. Cabalgó sobre su ...
    ... vientre, haciendo desaparecer esa enorme verga dentro de su humedecida y dilatada concha. Luego me atrajo hacia su espalda y me señaló su cola, pidiéndome que la penetrara por allí. Lo hice suavemente.Ella quedó con su esbelto cuerpo apretado entre los dos, aullando de gozo. Ambas vergas parecían tocarse dentro de su cuerpo, durante el bamboleo.Casi enseguida estalló otra ola de orgasmo dentro del cuerpo de mi esposa, que cayó hacia delante, temblando de placer sin control.Luego acabó Santiago y por último yo, llenándole el ano de semen a mi delicada esposa. Nos quedamos quietos por varios minutos, recuperando la respiración; sin hablar, completamente exhaustos los tres.Anita se incorporó, me besó en la boca y se encerró en el baño.Santiago y yo nos quedamos sentados en el sofá, disfrutando del vino.Cuando mi esposa regresó, tomó la mano de Santiago y lo hizo poner de pie frente al sofá. Luego se puso en cuclillas frente a él y comenzó a lamerle la verga despacio, lento, saboreando ese increíble portento.Lo pajeó suavemente con su mano, mientras le acariciaba las nalgas.Le chupó la verga por casi quince minutos, mientras entre sus muslos apenas separados, yo podía ver que caían gotas de su empapada concha sobre la alfombra. Ella ni siquiera se estaba tocando…Santiago de repente comenzó a proferir unos sonidos guturales y tomó la cabeza de mi esposa con ambas manos. Le hundió toda la poronga hasta el fondo de su garganta y le acabó adentro sin compasión.Ana pareció ahogarse, ...