1. Todo empezó en el colegio (final)


    Fecha: 08/01/2018, Categorías: Gays Dominación Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    Me recibió con una expresión entre triunfal y burlona, me dio un beso en la boca, me puso una mano en el culo, me agarró de un brazo con la otra mano y me llevó al comedor, donde hay un gran espejo… -Contame cómo te fue, Jorgito… Contame todo lo que te hicieron… -Ay, tía, por favor… -Hablé con el profesor Romero y me contó que te hicieron tragar mucha pija… Ahora desnúdate… -Pero… -Nada de peros, desnúdate, yo mando y vos obedecés, ¿está claro, putita?... -¡Tía, no me llames así!... -¡Desnudate ya o te voy a mostrar lo pesada que tengo la mano! La amenaza me asustó, me saqué la ropa y ella me plantó de frente al espejo… -Mirate, Jorgito, mirá el cuerpo de nena que tenés… -No, tía… ¡no!... -Mirate, Jorgito… Empecemos por la cintura, es alta y fina como la de una chica y eso realza las caderas… Mirá las caderas, son más anchas que las de los varones en general y más se destacan por lo fino de la cinturita… Yo sentía mis mejillas ardiendo de vergüenza, pero también de… ay, me da no sé qué contarles, pero… pero me estaba excitando… Y mi tía siguió detallando mi cuerpo… -¡Y tus piernas, Jorgito!... Piernas largas de rodillas finas y muslos llenos y tan bien torneados… Y fijate, querido, no se ven musculosos sino suaves, mórbidos… Además me encanta que seas lampiño… ¿Y qué decir de tu carita?... Facciones delicadas, linda boca, redondita y carnosa… Sos un manjar, Jorgito… -y cuando dijo esto se puso a acariciarme… Estaba a mis espaldas y sus manos me ciñeron la cintura para ...
    ... después ir bajando despacio…Bordearon las caderas y se posaron sobre mis nalgas, las oprimieron y sentí sus uñas deslizándose mientras yo ardía… -Ay, Jorgito, cómo quisiera ser hombre y tener una pija para enterrártela en este hermoso culo de putita… Yo jadeaba, solamente jadeaba y no podía hablar de tan caliente… Tía Angélica me arrastro hasta la cama, me echó allí y dijo: -No tengo pija pero tengo dedos, Jorgito, y con estos dedos te voy a coger… No pude contenerme y le dije: -Ay sí, tía… Sí… ¡Sí!... Ella lanzó una carcajada: -¡Qué putita sos!... –se burló y se puso abundante saliva en los dedos para lubricarlos… -En cuatro patas, putita… -S… sí, tía… Sí… ¡Ay, cómo ansiaba yo esos dedos!... Ya estaba completamente enviciado, emputecido… Creí percibir que primero me metió un dedo solamente… Pero cuando me lo había clavado hasta el nudillo me metió otro y ahí el placer comenzó a ser intenso al hacerlos avanzar y retroceder y a moverlos en redondo… ¡Qué bien sabe usar sus dedos tía Angélica!... Yo la oía jadear mientras yo también jadeaba y ella se masturbaba con la mano libre… Por fin acabó entre gritos, me sacó los dedos del culo y se desplomó de espaldas en la cama… -Tía, ¿me… me das permiso para… para masturbarme?... –dije tímidamente… -Te gustó, ¿eh, putita?, sí, andá… Entonces corrí al baño, me senté en el inodoro y me masturbé… Hice que mi semen cayera en la palma de mi mano izquierda y lo bebí todo, hasta la última gota mientras pensaba en las pijas del señor Romero, de ...
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