1. Un favor a mi prima.


    Fecha: 10/01/2018, Categorías: Incesto Autor: asdfdsa, Fuente: SexoSinTabues

    ... supone que soy el primer hombre con quien estás? C: Esa es tu respuesta primito, eres mi primer hombre… - Sonrió dejando lo demás a mi imaginación. Sólo pude pensar en que era producto de tantas pijamadas con sus amigas. Seguí besándola y subiendo mi mano hasta su pecho, apretaba sus tetas, eran mejores de lo que había imaginado. No podía dejar de hacerlo, pasé mi mano hasta su espalda y solté el broche para poder desprenderla de la prenda intima. Ahora que tenía esas tetas totalmente a mi disposición, comencé a bajar besando primero su cuello hasta llegar a ellas. Mientras apresaba uno de sus pezones con mi boca, parecía que iba a arrancar el otro con la mano… C: Ummm si, así primo, son todas tuyas! Alternaba chupando una y luego la otra, las apretaba, chupaba fuerte sus pezones para luego pasarles la lengua en forma circular y ella gemía, me di un festín con ellas y cuando creí que era suficiente, subí una vez más a su boca y nos fundimos en un beso lleno de pasión, nuestras lenguas entrelazadas luchaban por recorrer la boca del otro y yo con mi mano que estaba posada en la parte trasera de cabeza fui bajando mientras acariciaba su cuerpo. Primero su cuello, llegando a su pecho, pasando por el medio de ese par de montañas con picos erectos, luego su suave abdomen, pase por su vientre y finalmente encontré su tanga. Instintivamente abrió las piernas y yo agradecí su ayuda terminando de llegar a su concha. A pesar de seguir besándonos, no té lo mojada que ella estaba, y ahí ...
    ... comencé a “masajear” su vagina... “Que rico José, que rico me tocas, sigue así” y mientras decía eso mordí su labio en venganza y dio un pequeño grito de dolor y placer. Metí mi mano por dentro de la tanga que aún tenía pues y comencé a chupar sus tetas nuevamente, mis dedos jugaba con su clítoris mientras daba pequeños mordiscos a sus pezones y ella enloquecía de placer. Quería que me la mamara, pero no quise interrumpirla, se veía demasiado excitada, realmente lo estaba disfrutando. Quité la única prenda de ropa que aún poseía e inicié nuevamente el camino tomado por mi mano, pero esta vez con mi lengua, cuando llegué a mi destino pasé la lengua desde la entrada de su raja hasta dónde debía de estar el ausente bello púbico (estaba depilada). Eso hizo que se estremeciera y ya luego me concentré en comerme su virginal coño, trataba de meter mi lengua lo más posible dentro de su vagina y allí la movía lo más rápido que podía, mientras que mi pulgar seguía masajeando el clítoris. Chupaba sus labios vaginales, cuando comencé a hacerlo con el clítoris, encorvó la espalda y apretó mi cabello, vi su cara y tenía los ojos cerrados, moví mi lengua lo más rápido que pude. C: Si, siiii, siiiiiiiii así, más rápido, más rápido por favor, ohhhhhhhh Y estalló en un orgasmo que le hizo temblar sus piernas. Mientras seguía con su orgasmo pensé que era el momento de introducir al menos un dedo, así sería más fácil para ella. Empujé y así fue, mi dedo entró y aunque sentí como debí hacer un ...