1. La probé, me gustó y ahora no se que hacer.


    Fecha: 13/01/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Todo se dio sin haber tenido intención de nada. Yo soy un hombre de ciudad, vivo en Sta. Rosa, provincia de La Pampa, Argentina, casado con tres hijos, me llamo Oscar, y a mis 55 años, creo que me conservo bien. En la oficina en la que trabajo, habíamos quedado en ir un día de estos a cazar, cerca de donde yo vivo, unos 80 kilómetros, dicen que hay unos cerdos salvajes que son una belleza. Bueno, llego el día y de los diez que íbamos a ir solo fuimos tres, ya que los otros, sacaron escusas por no decir que sus mujeres no los dejaron ir. Llegamos al lugar de acampada, hicimos el campamento, había un gaucho del lugar, un hombre que se le notaba rudo, curtido, era el que nos iba a indicar por donde cazar y no meternos en líos, ya que haya se puede cazar sin problemas pero hay que respetar ciertas normas. Juan, que así se llama el gaucho, nos dijo que él iba a rastrear si habían animales para poder cazar, y salimos los dos, mis dos amigos se quedaron en el campamento a la espera de nosotros dos. Íbamos caminando y Juan es hombre de pocas palabras, salimos temprano y a medida que caminábamos, el calor se iba haciendo mas insoportable, "mire Don Oscar, ahí esta mi casa, si quiere podemos refrescarnos y seguimos", me dijo, y nos fuimos a su casa, que era echa de barro, lo que comúnmente se conoce como rancho. Cuando entramos a su casa, sola había un camastro, y poco mas, no vivía en la abundancia ese hombre, sacó agua del poza, que estaba deliciosa, bien fresca, se sacó su camisa y ...
    ... quedó con su torso desnudo, se le notaba muy fuerte, hombre acostumbrado a la vida del campo que es muy dura, yo quería hablar con él, conversar algo, pero siendo de tan pocas palabras resultaba difícil. En una cocina de hierro, a leña que tenía en la parte que hacía de cocina, ya que todo es una sola habitación, se puso a calentar agua para tomar mate. Yo no se que me pasaba , que me sentía como atraído por ese rudo hombre de campo, "gusta un mate Don Oscar?", me dijo, ofreciendo el mate espumoso como se suele tomar con quien sepa cebarlo, lo tomé y estaba rico y seguimos tomando mate y yo lo miraba cada vez mas atraído, "y que haces acá para no aburrirte, te traes a alguna mujer?", le dije, tomando los mates que él me daba, "bueno Don Oscar, usté sabe como es la vida de campo, difícil y que mujer va a querer venir a vivir a mi rancho si no tengo nada", me decía, tomando un mate, "Juan, una cosa no me trates de usted, y cuanto hace que no estas con una mujer?", le dije, siguiendo con el mate, "ya ni me acuerdo", me dijo, siguiendo la conversación, "has de estar bien lleno, probecito al que agarres", le dije riendo, queriendo, no se, que hable mas, "bueno, yo la verdad preferiría a algún marica", me dijo, dándome otro mate, "y eso, tanto te gustan los culos", le dije, siempre buscando que se ría, que deje ese aspecto tan serio que ni una muesca de sonrisa hacía, "no es eso, si me gustan los culos, pero como acá las mujeres no tienen novio fijo, cogen con uno y con otro y no ...
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