1. la madre y la hija parte 1


    Fecha: 14/01/2018, Categorías: Humor sexual Sexo con Maduras Sexo Duro Autor: stopercordobes, Fuente: xHamster

    ... javier, no te creas que soy una fácil, pero es que me has puesto a cien, estoy cómo loca por ver lo que tienes ahí-, mientras que ya le había quitado la blusa y el sostén, dejando al aireunos senos grandes y no muy caídos, que comenzé a chupar cómo si fuera un bébe. Pepa desabrochó el botón y bajandomé el pantalón, dejó al aire toda mi polla que ya estaba erecta a más no poder.- Madre mía, pero que pedazo de rabo, y tienes los cojones sin ningún pelo- exclamó con asombro, mientras no paraba de toquetearlo y mirarlo (hace tiempo tuve una infección en los testículos y desde entonces, siempre los llevo depilados) con una cara de lujuria increíble. Pepa agachó su cabeza y empezó a lamerme y comerme los cojones y la polla, mientras mi mano se había abierto paso entre su falda y ya estaba tocando un coño con algo de pelo y totalmente mojado que pedía a gritos que lo follaran. Su boca iba tragando más y más carne, llenando mi pene de su saliv cada vez más, a la par que mi mano le frotaba su clitorís, y cuando ya estaba a punto de quitarle la poca ropa que le quedaba para darle lo que quería de verdad, se oyó una voz que decía:- Máma, hoy no se come o què?- preguntó Andrea, acercándose al salón. Pepa se levantó rápidamente, recogió la blusa y el sostén, y corrió hacia la cocina, mientras que yo me abrochaba el pantalón y arreglandomé el pelo, fui hacia la terraza para disimular. Cuando Andrea entró en la cocina, salí de allí y le dijé a las dos que volvería mañana para terminar. ...
    ... Volví al día siguiente, llamé al portero, pero hasta que no pasaron más de cinco minutos, no me abrieron, subí las escaleras y al final de ellas, estaba Andrea esperandome, la cuál me dijo:- perdona, pero ya no me acordaba que tenías que venir, es que mi madre tuvó que salir ayer hasta el pueblo donde vive mi padre y ha tenido que hacer noche allí, ya que se le ha roto el coche.- No pasa nada, ya está casi todo hecho, sólo me queda rematar- le respondí, y al pasr al lado de ella, su camisón se enganchó en la caja de herramientas, lo que motivó que viera que sólo llevaba una braguita blanca con dibujos, y unos deliciosos pechos entre pequeños y medianos. Ella se tapó cómo pudo y alzando un poco la voz, dijó:- no mires, por favor- y cogiendo el camisón, se marchó por la escalera hacia la segunda planta. Yo me pusé a la tarea, terminé de colocar las cristaleras del cerramaiento, sellé todas las juntas, y cuando fuí hacia la cocina para coger una escoba para barrer los restos, oí unos ruidos que me resultaban familiares; me acerqué con cuidado, miré por la puerta, que estaba medio entornada y la imagen que ví hizó que mi pene se pusiera como una roca: era Andrea, totalmente desnuda, magreándose los pechos cómo una loca, mientras que sus pies sujetaban un calabacín que entraba y salía de su coño a una velocidad increíble. Sus gritos eran cada vez más fuertes, mientras que yo no podía parar de mirar, hasta que un grito desbordado explotó de su boca, lo cuál supusé que era el orgasmo ...
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