1. La pequeña diosa del sexo 4


    Fecha: 13/09/2017, Categorías: Incesto Autor: leo.leoncio, Fuente: SexoSinTabues

    ... mirándome por unos segundos. Una sonrisa retorcida se dibujó lentamente en su carita. _”Me hiciste sufrir cuando estuviste en mi boca … te haré pagara por eso”, me dijo. Se estiró un poco, pasó por encima de las piernas de mi novia que dormía plácidamente y cogió el celular. Colocó una canción lenta y sensual, enderezó su cuerpo dejándolo recto y rígido como una lanza y, apoyada en sus manos, comenzó a serpentear sobre mi cuerpo, al ritmo de la melodía, haciendo que cada parte de ella, rozara mi duro pene. Se revolcó encima de esa manera y, con cada movimiento, me presionaba y endurecía la verga. Después se montó sobre mi pedazo, lo levantó con las manos y lo atrapó con sus muslos. Cuando apretaba un muslo contra el otro, mi pico se hinchaba hasta dolerme, el glande parecía explotar; entonces ella usaba sus uñitas para estimulármelo. Era una tortura terrible y deliciosa, aplicada como sólo Hilda sabía hacerlo. Aflojó sus muslos, el dolor se desvaneció, lo agarró con ambas manitos y agachó la cabeza. Dejó caer un interminable hilo de su babita que estaba muy caliente, bañó mi glande, sus dedos distribuyeron la saliva y con su otra mano me dio una paja rica, prácticamente me estaba ordeñando la cabezota. Yo resoplaba de caliente, concentrándome para no correrme. Levantó su culito, acomodó mi punta y bajó. Sentí como las paredes de su vaginita se dilataban, se abrían y arropaban mi carne. Su conchita estaba muy caliente y viscosa y, debido a lo grueso de mi pedazo, se ...
    ... producía un vacío dentro de ella que producía una leve succión. Ella suspiró profundamente, apoyó su cabeza sobre mi pecho y comenzó a subir sus caderas, cuando las bajaba forzaba sus piernas y hacía que su cuerpo bajara para que mi pene se introdujera todo lo posible dentro de ella, y lograba topar con su cérvix, todo muy lento, muy suave, muy rico. Yo veía su cuerpo todo sudado, todo bronceado, viendo como sus músculos de sus culo trabajaban para darme placer… y la amé… la amé profundamente. _”No sé porque contigo se siente tan rico… ya me he comido otras vergas grandes… mucho mas grandes que las tuyas”, me confesó. _”¿Y no te ha gustado?” _”No, no saben usarlas… me lo meten muy brusco… como animales … para ellos es puro placer pero para mí es puro dolor … y no me hacen caso en nada … se sacian conmigo y se van … no ven si yo quiero placer … en cambio tu … me lees la mente … sabes cuales son mis medidas … mis poses favoritas … me dejas jugar … te preocupas de mi placer … me mimas … no te corres hasta que yo me haya corrido o haces que nos corramos juntos … y ahora … me dejas follar con tu novia … jí, jí, jí … te mereces un premio … te voy a regalar algo … pero no ahora … ahora quiero que sientas todo el placer posible … quiero que llores de placer … quiero que quedes seco por una semana … y que el pene te duela por un mes para que con ese dolor, te acuerdes de mí para siempre”, me susurró con un tono de voz que superó, no por la calentura o la lujuria, sino por la ternura y una ...
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