1. De acompañante terapéutico a acompañante sexual


    Fecha: 13/09/2017, Categorías: Gays Autor: ghyno, Fuente: CuentoRelatos

    Hola mi nombre es Bruno, les voy a contar algo que me paso en mi laburo. En ese entonces tenía 25 años y trabajaba como acompañante terapéutico, (hoy tengo 32). Todo empezó cuando la psicóloga con la que trabajaba me asigna acompañar a un chico de 18 años, Cristian, el cual había tenido un brote a partir de una intoxicación con drogas. El pibe era de 1.80 m, piel morena, ojos verdes, pelo corto enrulado negro, bien marcadito y carilindo. Pegamos onda desde el primer día, yo lo acompañaba unas horas, tres veces por semana. Salíamos a caminar, íbamos al río, hacíamos deportes y en esos momentos charlábamos mucho. La mayor parte del tiempo estábamos solos; a veces compartíamos un espacio de charla con los padres. La familia estaba contenta con mi trabajo con Cristian, y con el pibe nos llevábamos bárbaro, Para ese entonces ya hacía ya tres años que estaba de novio con Julieta, nuestra relación iba bastante bien, aunque a veces se tornaba bastante monótona, sobre todo en lo sexual. Ya habían trascurrido tres meses, más o menos, del acompañamiento; los padres a raíz del brote habían suspendido un viaje que iban a hacer con otros matrimonios amigos a la cordillera y la psicóloga les indica que realicen el viaje para ver como Cristian se desenvolvía sin ellos presentes en la casa y la ciudad. Los padres ponen como condición que durante la semana que estarían de viaje me quedara a dormir en su casa porque no querían que Cristian estuviese solo. A mí me venía de diez, porque era una ...
    ... muy buena plata extra importante, así que accedí a la propuesta laboral y la psicóloga estuvo de acuerdo. Una vez que se fueron Cristian seguía con sus actividades diarias, yo también. Por la tarde iba a su casa compartíamos algunas actividades, la cena y después nos íbamos a dormir. El día empezaba temprano para los dos. Durante mi estadía en casa de Cristian me habían dado el dormitorio contiguo al de él. Era bastante espacioso y tenía una cama de una plaza y media, en frente un tele. Los dos primeros días transcurrieron sin inconvenientes, la tercera noche me voy a dormir, me acuesto y enseguida concilie el sueño. Me despierto cuando oí tocar la puerta, prendo la luz del velador y pregunte que paso. Del otro lado de la puerta estaba el pibe y me preguntaba si podía pasar, a lo cual le respondí que sí. Era verano, hacía calor, estaba con al aire acondicionado prendido y en bóxer acostado sobre el cubrecamas. Cristian entro, me pido disculpas por haberme despertado, a lo cual le dije que no se hiciera drama. Me dijo que no se podía dormir, que se le había ido el sueño y que estaba aburrido. Me senté en la cama y le pregunte que quería que yo hiciese. Me respondió que si no me jodía charláramos un rato. Se sentó al otro lado de la cama y charlamos por un largo rato, cuando me doy cuenta él se había quedado dormido y a mí el cansancio también me había vencido, así que me dormí. Al otro día nos levantamos, me pidió disculpas por haberse quedado dormido en mi cama, a lo cual le ...
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