1. La habitación de mi hija [ardiendo de placer]


    Fecha: 17/01/2018, Categorías: Incesto Primera Vez Autor: Frank Aguilar, Fuente: CuentoRelatos

    ... vagina centímetro por centímetro, podría quedarme horas en ese monte de venus depiladito, mi trabajo allá abajo la hacía arquear su espalda por tanto placer que le provocaba, sus gemidos cada vez se escuchaban más fuerte y su respiración era más acelerada, seguí haciéndole sexo oral hasta que no soportó más y le llegó su primer orgasmo botando sus fluidos calientes directo a mi boca. Nos reincorporamos y me monté sobre ella y llevé mi boca a sus pezones y los chupé como loco varias veces, después la besé por el cuello mientras con mis manos acariciaba sus senos, su piel se erizó y sus gemidos me pedían más y más. -Desvirgame papá. -Lo que pida mi princesa. ¿Virgen? ¿Voy a ser su primera vez? ¿Que mejor no? Fue suficiente preámbulo y decidí adentrarme en su intimidad, la tomé de las manos y fijé mi mirada en ella, rocé la punta de mi pene alrededor de su sexo lentamente hasta que por fin se lo metí y ella soltó un pequeño quejido, no quise lastimarla así que espere unos minutos, le besé la boca y el cuello para distraer su dolor tanto que ni siquiera se dio cuenta que ya estaba metiendo y sacando mi pene de ella, volvió su atención a lo que sucedía abajo y con cada embestida sus gemidos era más notorios, mi órgano entraba con más facilidad al pasar de los minutos, solté sus manos y las llevó a mi espalda abrazándose de ella con fuerza lo cual me motivó a penetrarla por completo haciendo que mi miembro de 19 centímetros sacaran gemidos tan fuertes como si fueran gritos de ...
    ... dolor pero por su rostro dejaba ver que eran puramente de placer, la cama no dejaba de moverse y nuestros cuerpos se habían fundido en uno sólo, sentí que estaba por venirme y le di pausa al acto. La tomé de la mano, me senté al borde de la cama y con mis brazos la traje a mí, besé sus pezones con mucha más intensidad y después la puse de espaldas a mi, metí mis dedos a su vagina unas cuantas veces y después la puse a dar sentones en mi miembro, sus nalgas chocaban contra mis piernas, yo la tomaba de la cintura y la hacia bajar y subir haciéndola gemir y sudar como si fuese una actriz porno, su sexo y el mío embonaban perfectamente, con cada metida aprovechaba y le daba besos en su espalda desnuda haciéndola estremecerse como loca, duramos alrededor de 15 minutos en aquella posición hasta que mi hija llegó a su segundo orgasmo de la noche, sus jugos vaginales corrieron alrededor de mi pene y tiró su cuerpo sobre mí, le besé los hombros, la espalda, su cuello y la boca. -Ahora te toca darme placer a mi hija. -Sí mi querido papi. La puse en cuatro sobre la cama y me acerqué a ella con una sonrisa pervertida y tomé mi miembro con mi mano y lo acerqué su cara, ella abrió los ojos como platos al ver que tendría su primera chupada, la tomé del cabello y ella un poco temblorosa tomó mi pene y lo rozó con la comisura de sus labios hasta que se dio valor y lo metió por completo a su boca y empezó a mamar despacio, yo le acariciaba el cabello motivándola a que subiera de intensidad y así ...